Capitulo 7 ¿Qué está pasando?

116 9 1
                                    

Viernes, lo cual quería decir que nada de uni, un alivio y lo mejor de todo, es que esta noche nos iríamos de fiesta.

Después de estar toda la mañana hablando con todos por el grupo del whatsapp, hacer todos los planes para salir, hora, sitio, bebida…

- ¿Vais a salir esta noche?- ¿Por qué narices no llamará a la puerta?

Habíamos pasado toda la semana evitándonos, en los únicos momentos que realmente teníamos que estar juntos era cuando íbamos y veníamos en coche, por lo demás, intentaba evitar hablar con él, aunque él seguía echándome esas miradas provocadoras y esos comentarios, que en mi foro interno hacia que me pusiera roja como un tomate, lo odiaba, y ni que decir de Pablo que no se fiaba nada de él.

- Sí, Cameron.- le respondí sin apartar los ojos del ordenador.

- Me apunto.- dijo sin más.

- No estás invitado.- le fulminé.

- Lo dudo, tu hermanito me invito esta noche y encantado, le dije que aria, solo venia a preguntar a qué hora hay que estar.- debía estar tomándome el pelo, Dani moriría también.

- Que te lo diga mi hermanito querido.- le contesté de forma burlona.- Y ahora si no te importa, desaparece.- le solté.

Noté al rato que se había ido.

Como siguiera así me mataría a enfados.

Pasé toda la tarde encerrada en mi habitación, pensando que ponerme, cuarenta modelitos diferentes, pero ninguno me gustaba. Me tumbé en la cama esperando que la inspiración llegara.

- ¿Se puede?- preguntó Gab asomando la cabeza.

Iba guapísimo y no es que fuera mi hermano, pero realmente sabía perfectamente cómo vestir para todas y cada una de las ocasiones.

- Claro, pasa.-le dije mientras me incorporaba.

- Vaya.- miro a su alrededor.- ¿Necesitas ayuda?- preguntó recogiendo algunas cosas del suelo.- Ni se ve el suelo.- bromeó saltando la ropa para acercarse a mi lado.

- Ayúdame a decidir algo.- le pedí a punto del colapso.

- Veamos…

Me empezó a pasar distintos modelitos, pero ninguno le gustaba.

Después de casi una hora, quitándome y poniéndome ropa, acabamos por dar con la vestimenta adecuada, a los dos nos encantaba.

Una sencilla camiseta sin mangas blanca, la cual dejaba ver más de lo apropiado de ahí que llevará debajo un top, eso si todo ello con escote, unos vaqueros desgastados y los tacones negro, uno de mis preferidos debido a su altura. Aunque… a todo esto le faltaba por dar un toque maestro.

- Perfecta.- sonrió ante su idea.

- Lo mismo digo.- le dije mirándome en el espejo.

- Bueno como hada mi trabajo finalizó.- se acercó a mí y me dio un beso en la cabeza.- Además así Adán no dirá nada.- en eso tenía razón, no iba muy provocativa…- Me tengo que ir cielo, te veo mañana.- miró el reloj.- Había quedado hace diez minutos para una sesión de Dolce.

- Bye.- me despedí mientras el cerraba la puerta.

Ahora solo me faltaba encontrar mi sujetador rosa de encaje entre toda la ropa.

Suspire al ver cuánto me tocaría recoger. Me quité la ropa dejándola aún lado de la cama para después ponérmela.

Recogí todo y me metí en la ducha, tocaba le sesión de belleza. Me depilé a conciencia, a saber que podría pasar esta noche.

El IntercambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora