▪Capítulo catorce▪

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Horas después, ya estaba parado frente a la entrada del instituto, con muchas cosas que pensar y sin tiempo alguno para hacerlo. Apenas unos pasos desinteresados y un empujón al portón desencadenaron una lluvia de miradas sobre mi persona. Todos los presentes estaban mirándome, pero no de forma amable, hasta que escuché el primer murmullo.


- Bastardo rebelde...
A día de hoy todavía no sabría identificar quién dijo aquello, lo único que sé es que paseé la mirada entre todos los presentes; SeHun, Jackson, SuHo, LuHan, Lay, ese tal DO, TaeYang, JinYoung, Xiumin, Mark, JayYuGyeom, BaekHyun, JaeBum... Alfas y Omegas mezclados, aquel beta apartado, notándose cada una de sus diferencias. Los alfas sacando pecho, con una mata de oscuro pelo en sus cabezas, anchos hombros, musculatura desarrollada, una mirada penetrante y despreciable en sus ojos. Los omegas, escondidos, todos albinos, de pequeña complexión, con un miedo latente que trataban de convertir en odio. No estaba YoonGi, ni BamBam, mucho menos ese extraño Omega de pelo negro llamado Chen.

Sentí un fuerte agarre en mi mano, y a continuación un potente tirón que me llevó hasta el baño de Omegas. Al abrir los ojos vi a un castaño y un moreno; Chen y BamBam.

- Jiminie... ¿Pero qué hiciste? - La preocupación en los ojos de Bam me hacía sentir demasiado culpable.

- Lo siento...

- No te disculpes. - Incluso la voz de Chen era firme. - Ya hablé con YoonGi. Está preocupado por ti, pero él no ha contado nada de lo que pasó. Tuvo que enterarse otra persona y contárselo al resto.

Mordí mi labio. - ¿Y cómo sucedió eso?

- No lo sé pequeño Omega, pero eso no importa ahora. Mejor volvamos a clase.

Asentí, no tan convencido, y salí con ellos, pero nada más hacerlo escuché un grito. - ¡Guarra, regalada! - Miré al propietario de la voz, SeHun...

- No te aguanto más. - Escuché esa grave voz y ese gruñido... ¿YoonGi?

Efectivamente era él... Me había costado reconocerle cuando se tiró sobre la yugular de SeHun.

No podría describir la pelea, me cubrí los ojos todo el tiempo, pero cuando todo acabó, YoonGi tenía un aspecto animal que me ponía como una perra, y SeHun estaba destrozado, lleno de sangre.

El director se llevó a YoonGi a su despacho, y esperé fuera junto a Chen. Estuvimos allí fácilmente una hora, o más, y cuando mi Yoonie-Yoonie salió, pude fijarme más en él. Su cabello oscuro estaba salvajemente revuelto, su rostro parecía tener las facciones más duras, tenía un profundo arañazo sangrante en el cuello y sus músculos estaban demasiado tensos. No parecía sentirse bien, su tez estaba demasiado pálida incluso para él. Chen se lanzó a sus brazos, enredando sus piernas alrededor de la cintura de YoonGi... Las manos de mi Alfa se encontraban en las caderas de Chen, y eso provocaba una ardiente y furiosa sensación en mi pecho. Estaba enfermamente celoso.

Por lo visto, solté un ligero "jadeo de cachorro", como YoonGi los llamaba, así que él notó cómo me sentía. Soltó a Chen y me alzó con sus fuertes manos como si pesase menos que una pluma. Me cogió como a un bebé y yo me aferré a su cuello, hambriento de calor, contacto, cariño y de su olor. Olisqueé como un cachorro curioso todo su cuello, y solo fue cuando hundí la nariz en su cuello cuando me pude calmar. Habría jurado que nuestros corazones estaban sincronizados, y yo por fin estaba en casa.


Ódiame ▪YM▪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora