happy 𝖾nding

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一 H-hola.

Fué lo primero que escuché al responder, dudé en si contestar pero me preocupó el hecho de que llamara a esta hora.

一 ¿Te encuentras bien?

Me fué inevitable preguntar, prácticamente NaYeon vivía conmigo y aquel día la heché de casa como si nadie más la habitara.

¿Dónde se estaría quedando?

La culpabilidad y preocupación me consumían cada vez más.

一 Yo... sí, no te preocupes, estoy bien.

Sentí un cierto alivió.

La línea quedó en un suave y corto silencio, unos pocos segundos después NaYeon volvió hablar.

一 ¿Estábas durmiendo?

¿Acaso no sabía que hora era?

一 Si... ¿tú no te haz dormido aún?

一 No, no he podido.

Tenía miedo de preguntar en dónde estába, tal vez ya sabía la respuesta y tenía miedo que fuera esa.

Me alenté a mi misma, en los peores de los casos, NaYeon se encontraría hospedando en algún hotel barato.

一 NaYeon, ¿dónde estás?

segundos de silencio, un escalofrío sentí recorrer por todo mi cuerpo erizando mi piel. Por un momento necesitaba decir a gritos que respondiera, pero el miedo me hacía quedarme en silencio, esperando por su respuesta.

一 No te preocupes, estoy segura en dónde me encuentro.

¿Me trataba de ocultar algo? sabía, sabía que se encontraba con ella, no hacía falta decir eso.

一 Bien, ¿cúal fué el motivo de tú llamada? es tarde NaYeon, quiero dormir.

一 Oh, está bién, solo quería llamar para preguntar cómo estábas, ahora... no te molesto más.

Sentí algo romperse dentro de mí al escuchar lo último, sentía como si NaYeon hablara con tristeza, como si no quisiera que esta llamada se cortara.

一 Espero que duermas, buenas noches.

Escuché un "Buenas noches" y colgué, volví a dejar el celular en el velador y me acomodé. Estaba tratando de consiliar el sueño pero algo húmedo siento en mi bóxer. Confusa abrí las mantas y observé el lugar.

Mierda, tenía un problema serio abajo.

Cansada me levanté y fuí hasta el baño, me desvestí dando la llave y adentrándome a la ducha. No dí el agua caliente, necesitaba bajarme el gran bulto que tenía por aquel maldito sueño.

Todo fué un sueño.

Cerré mis ojos dejando que las gotas recorrieran por todo mi cuerpo, me dejé llevar por unos segundos, divagaba por mi mente hasta volver aquel sueño. La necesidad de las dos al estar cerca, la piel suave de NaYeon y sus jadeos.

Sin darme cuenta mi mano viajaba hasta mi parte baja, no podía dejar de pensar en lo hermoso de su voz, las reacciones faciales que provocaban mis manos cuando tocaban su piel.

Tomé el grosor de este y comencé con un sube y baja. No podía creer que me estaba masturbando con una simple imaginación.

Pasaron unos largos minutos cuando acabé, esta satisfacción no se acercaba siquiera un poco a lo que NaYeon me otorgaba.

Todo el líquido se lo llevó el agua por el desagüe.

Salí del baño con una bata color burdeo, a pasos lentos me introduzco una vez más a la cama.

fuck me, daddy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora