fuck me, daddy.

Dos

Pasar la tarde en casa de su mejor amiga, era simplemente aburrido.

Estaba en mi celular mientras que todos tomaban de sus cervezas y hablaban.

NaYeon estaba incluida en ese montón de imbéciles, sus amigos eran unos completos idiotas, no hacían nada más que hablar y reírse de cualquier mierda que pasara.

Había hablado esta mañana con ella sobre el tema, pero jodió tanto las pelotas que accedí.

─ Amor, acompañaré a Mina, ahora vuelvo.

Tomé su muñeca rápidamente, impidiendo cualquier movimiento.

─ ¿Tú de verdad piensas que te dejaré ir con esa puta de primera en este estado? te quedas acá.

Largué un suspiro.

─ Hey, no sé quién seas tú pero NaYeon no es sumisa de nadie, ahora suelta su muñeca por qué me acompañará.

Giré mi vista hasta la chica, sin expresión respondí.

─ No dejaré que NaYeon se vaya con una puta de primera, ahora, si tienes algún problema con que sea sumisa, puedes hablarlo conmigo, por qué ella es mí sumisa, ¿entendido?

─ No me interesa quién seas Christian Grey ni mucho menos hablar contigo, NaYeon me acompañará te guste o no.

Toma a NaYeon y la jala hacía ella, llevándosela fuera del salón pero antes de llegar a la puerta me levanto dando un fuerte golpe a la mesa.

─ Llegas a cruzar esa puerta y vete olvidándote de tú familia.

A cambio se escuchó una risa. Frunci el ceño.

─ Señor criminal, me expliqué mal o usted es sordo?

Negó seguidas veces mientras seguía con una sonrisa en su rostro. Elevó su mano y en forma de despedida sale con NaYeon.

No podía creerlo.

─ Parece que te ignoraron completamente, Grey.

Uno de los amigos habló para terminar con una sonrisa.

⋯

─ Mina, no creo que haya sido la mejor forma.

Nos encontrábamos fuera de casa, comprando algo de comida.

─ ¿Que no fué la mejor forma? por favor, ¿te das cuenta del cómo te trató? básicamente cómo un objeto.

Mientras esperábamos el pedido, Mina no dejaba de criticar el comportamiento de JeongYeon.

─ Ella no sabe pelear... cuando se trata de personas, para ella se convierten instintivamente en objeto.

─ Vamos, parecía Christian Grey de cojones.

La contraria arrugó su labio mientras mantenía su cigarro en mano.

─ ¿Tú no serás su Anastasia?

Al terminar la frase, me atoré con el humo del cigarro.

─ Te das cuenta de lo que dices... por favor.

Mina pega una jalada a su cigarro y habla.

─ Desconozco tus fetiches, pero tengo más que claro toda esa lencería y dildos que tienes guardados bajo tu cama.

─ ¿Lencería y dildos dices? soy un Ángel comparado contigo.