El Poder. Camren

Capitulo 20

Camila.

Si Lauren pensaba que yo iba a ir a un local todo feo a comer, estaba súper equivocada y no quería quedar como una altanera, pero Camila Cabello y hablo por mi, jamás en su vida había pisado un local de comida rápida. ¡Ni siquiera McDonalds! Soy una dama, la hija del presidente y todas las veces que iba a comer afuera de mi hogar era en un restaurante de lujo, donde te atendían de una manera excelente y la comida era la precisa, no esos platos grotescos que las personas se sirven en los restaurantes, si no era comida de primera selección yo no comía, e incluso conocía a todos los chef más importantes del mundo desde mi niñez por mi padre que me llevaba. Todas mis citas habían sido de lujo, en un restaurante con un hombre de traje, en una limosina bebiendo champaña, jamás algo barato, o algo que no estuviera a mi altura porque yo merecía lo mejor en todo, sin importar que un plato podía valer una fortuna, con un tenedor para cada plato de comida, con tres copas, una para el agua, otra para el vino y otra para el Espumante, incluso la servilleta bien puesta.

Así se come en mi casa, así como yo, como una señorita elegante que soy. No pensaba ir con Lauren a ese local, no comería esa comida grasosa que solo dañaba tu cuerpo, a mi me gustaba el filete, la carne de primer corte. ¿Como iba a comer hamburguesas? Que asco, eso es realmente malo, la pizza era pasable porque era comida Italiana, al igual que el sushi, pero Hamburguesas era realmente asqueroso, grasoso... yo no iba a ir a comer eso jamás, en más no pensaba ir con Lauren si quería ir a ese restaurante, era una ordinaria.

Lauren era como mil clases más abajo que la mía, incluso hasta su forma de vestir era diferente a la mía, su ropa no era Channel, Gucci, Armani, Versace. Su ropa era Adidas, Nike, Puma, Converse, Pepe Jeans porque había visto un montón de esa ropa en su armario que era mucho más pequeño que el mío obviamente, de hecho la casa de Lauren no era muy grande y su auto era mucho más barato que el mío. Éramos mundos totalmente diferentes, además de que se vestía como una vagabunda, con hoddies grandes, con chalecos de marcas deportivas, blusas cuadrille y sus camisetas H&M.

¡¿Pueden creerlo?!

¡H&M!

¡Que barato esa ropa! ¡Que poco glamorosa era esta mujer!

¡¿Por que le daba atención?!

¡No se vestía bien! ¡Le gustaba la hamburguesa! ¡Comía como cerda y más encima era una vulgar!

¡Me caía mal!

Era una idiota.

Yo Camila Cabello, acostumbrada a lo elegante viajaba a Barcelona por tener sexo con una mujer que no se comparaba a mi, no me llegaba ni a los talones. En cuanto a lo económico y estatus social. Jack era de un estatus social más grande que Lauren, incluso el narigón de Matthew lo era. No éramos compatibles en lo absoluto y si no fuera por el buen sexo estoy segura que ni siquiera atención le daría.

Me cae mal.

Y el sexo con Lauren es maravilloso... aún me duele el coño por lo de la noche anterior. Me encantaba controlarla y decirle lo que me hiciera, como me mordió y toco era excitante, los gemidos, el placer, sus dedos, las manos de Lauren eran un paraíso, su boca llena de mi sabor y su lengua devorándome completa había sido el mejor sexo de mi vida acompañado de la primera vez que lo hicimos en Los Ángeles. Lauren sabía como moverse, como provocarme todo el placer posible, llevarme a mi limite y ser una puta en todos los sentidos. Pero como señorita de clase alta podía hacer eso, Dinah lo hacía, mis amigas lo hacían y yo no era la diferencia sabiendo el control que teníamos sobre los idiotas.

Y yo tenía el control sobre la idiota de Lauren.

Bueno... no todo el control pero si la mayoría.