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Mientras te beso con los ojos cerrados, mientras tomo tu mano al caminar, mientras se detiene el tiempo en cada abrazo, mientras hacemos que las horas se conviertan en minutos, los minutos en segundos, los segundos en latidos, los latidos en amor, amor entre tu y yo, mientras ese amor corre por nuestro cuerpo  es cuando logro aprender que la felicidad puede depender de una sonrisa.

Escritos Perdidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora