Sin rastro

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El jueves por la mañana me levanto de buen humor, orgullosa de haber casi concluido todo el proyecto para la clase de economía.

Mi prima me dice que saldrá con Declan el viernes por la noche y me invita a salir con ellos.

Pero me siento muy cansada y la animo para que vaya con Declan.

Justo cuando salimos de casa, recibo un mensaje.

"Kris, no iré a la escuela, te veré mañana"

"¿Estás bien?"

Pero no vuelve a responder, por lo cual intuyo que probablemente se encuentra en una cita.

Los profesores anuncian que darán los resultados de las pruebas atléticas, con el fin de que podamos conocer nuestro rendimiento y condición.

Durante el almuerzo todo el mundo habla sobre eso.

— ¿Cómo creen que nos vaya en los resultados? — pregunta Bren preocupada.

—Ya pasamos lo peor, los resultados no sirven de nada

—Yo tuve que descansar todo ese fin de semana— dice Darren—. Creo que fue porque me esforcé el doble por el equipo, algunas personas no cooperaban.

Lo miro con recelo y comienza a disculparse.

— ¿Ustedes harán algo el fin de semana? — nos pregunta Bren a Jud y a mí.

—Yo solo descansaré y dormiré— respondo mordiendo mi manzana.

Jud me mira abriendo los ojos.

—Tú tienes una cita señorita— dice recordándome

— ¿En serio? ¿Con quién saldrás? — pregunta Bren curiosa.

—Es un chico de aquí— responde Jud—. Pero no les diré quién, no quiero que se arruine su cita.

— ¿No salías con Alex? — pregunta Adam

Niego con la cabeza,

—Solo somos amigos.

—Ya veo...en todo caso, si tu cita no funciona. ¿Quieres salir conmigo?

Todos comienzan a reírse excepto Adam

—No lo dices en serio Adam— dice Jud mirándolo.

— ¿Por qué no?

Jud me mira esperanzada.

—Gracias Adam, pero solo puede existir una amistad entre ambos— digo sonriéndole.

—Bueno, al menos lo he intentado. ¿Qué me dices tu Bren?

—Eres un idiota, eso digo.

El resto del día pasa con normalidad y por la tarde regreso con Jud a casa.

— ¿Has hablado con Alex? — me pregunta Jud mirando su celular.

—No, solo por la mañana

—Que extraño, tampoco Declan ha hablado conmigo. ¿Crees que les haya pasado algo?

—Ya nos lo hubieran dicho— contesto despreocupada.

— ¿Entonces irás a la práctica de hoy? — me pregunta Bren comiéndose su hamburguesa.

—Si, por supuesto.

— ¿Practica? — inquiere Darren mirándonos.

—Hemos entrado a las prácticas de natación, dentro de un tiempo la profesora hará las pruebas para saber si podemos pertenecer al equipo.

—Bueno, ya sabemos que Kris no lo hará— le arrojo una papa, justo en la cabeza a Darren y este se mueve para que entre directo a su boca—. Acéptalo, eres mala en los deportes.

—Soy mala, lo sé, pero no estaría mal entrar al equipo.

—Prepárense todos para ver perder desde ahora al equipo de natación de la escuela—grita Adam alzando los brazos.

—Los odio— digo riéndome.

Cuando entro a los vestidores la profesora se acerca a mí.

— ¿De nuevo ha salido de la ciudad?

—Esta vez no lo sé, no me ha dicho nada.

—Tal vez debería hablar con él...— dice quedándose pensativa—. ¿Ha hablado contigo sobre su familia?

De nuevo no puedo hacer otra cosa más que negar con la cabeza, ella se alza de hombros y comienza a apresurarnos como siempre lo hace.

Durante clase la veo pegada a su teléfono, después de un par de llamadas sonríe y luego vuelve a ser una gruñona con nosotras.

—Odio cuando esta de mal humor— se queja una de las chicas entrando a los vestidores—. Es una intensa.

—Aún no han visto nada— replica la profesora entrando detrás de nosotras—. Gracias al comentario de su compañera la siguiente clase harán veinte vueltas más, veamos qué tan intensa puedo llegar a ser.

Todas nos quejamos al unísono y la chica solo agacha la mirada pidiendo disculpas.

Vamos de un lado a otro y cuando me quedo sin aliento creo que ya no puedo continuar.

— ¿Estás bien? – me pregunta la entrenadora acercándose a mí.

Asiento y trato de recuperar un poco de fuerza.

—Aquí no se viene a descansar señorita, continúe o tendrá que salir del agua.

Creí que por el hecho de ser amiga de Alex tal vez tendría ciertas... ventajas con ella, pero me ha quedado claro que para nada es así, continuo y veo a Bren mirándome preocupada.

—Estoy bien— le digo sonriéndole cuando paso a su lado.



Cuando llego a casa, sin saber por qué, me siento sin ánimos y un poco molesta.

—Hola Kris— mi tía me recibe con una gran sonrisa, pero al mirarme su gesto cambia—. ¿Todo bien?

— ¿La práctica ha sido pesada? — me pregunta mi tío al notar mi humor.

—Si... algo así.

Jud me mira y me toma del hombro.

—Estás muy cansada, deberías ir a acostarte un rato.

Asiento y voy escaleras arriba cuando escucho a mis tíos preguntarle a Jud si de verdad cree que estoy bien.  

Abro los ojos, esta vez no estoy en el bosque, cuando me doy cuenta de donde estoy quiero desaparecer. Cierro los ojos fuertes y no quiero mirar, escucho un golpe sordo y me tapo los oídos con ambas manos, trato de despertar, pero no puedo, es imposible.

Estoy en lo que solía ser mi habitación, cuando vivía con mi madre y el extraño. Mi puerta está cerrada, pero puedo escuchar golpes dentro de la casa, y se de donde provienen. El ruido de la puerta al azotarse me hace abrir los ojos, el extraño está parado en el marco de la puerta, mirándome fijamente en su mano sostiene a mi madre, quien esta desmayada y sangrando en la cabeza.

—Sigues tu Kris...

Mi grito hace que despierte sobresaltada. Jud está sentada en la orilla de mi cama, muy asustada.

Me mira y la miro. Sabe que no quiero hablar, estoy completamente empapada en sudor. Ella me da un camisón seco y se acuesta a mi lado, abrazándome. Pero ya no puedo volver a dormir. 


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¿Qué clase de mini capítulo es este?

jajaja lo acepto es muy corto, no sé que estaba pensando cuando lo he dejado así... les dejo el siguiente ;) 


Encantadoramente FrágilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora