Capítulo 1

105 16 0
                                    

Han pasado 8 años.

La castaña hacía su rutina con esmero y esfuerzo para que Lady Liliam no la dejara sin probar bocado. Todos los días de su vida después de aquella noche tormentosa ha sido así.

Hubo ocasiones en las que Lady Liliam la castigaba con tareas de más debido a "travesuras" que le hacía a su hija consentida Lili, ya sea por una uña rota o algún ingrediente que le faltara a su platillo.

Si, entre sus tareas domesticas también estaba la cocina, la castaña en sus inicios como sirvienta, no era muy buena en los gustos culinarios ni siquiera el preparar de un platillo sencillo; entonces Shana le ayudó enseñandole las recetas básicas de la ciudad, ensayando ambas a altas horas de la madrugada para que Lady Liliam no las sorprendiera conviviendo.

Lady Liliam era una mujer con un egocentrismo nato, y su hija Lili era su reflejo andante, digno de una maestra y de su fiel aprendiz de sus pasos a seguir, por algo sus nombres eran semejantes.

Shana se negaba a los absurdos consejos de su madre, ella siempre le decía "Anda, sigue el ejemplo de tu hermana, ¿Por qué no eres como ella?" o "Eres igual a tu padre, ambos pelirrojos, ambos con ideas ridículas, ambos una verguenza para la familia".

Sin duda la vida de Shana no era una de las mejores, pero a comparación de la joven castaña ahora con 18 años de edad, esta había sufrido los malos tratos de la señora de la casa, con tal de estar bajo techo y no volver a las frías calles donde cada noche se abrazaba a si misma tratando de tomar calor en si misma.

Dolorosos recuerdos que la acompañan desde su niñez, más allá de que su amiga Shana la haya encontrado en condiciones deplorables.

Ella antes de eso vivía en un internado, en un edificio que se encontraba aún más alejado del palacio que la casa en la que vivía actualmente.
En ese lugar que era un " antiguo hogar" era aun más tortura que la que llevaba, los otros niños e incluso los que eran aún más grandes que ella, la insultaban, la maltrataban...

La lastimaban.

Y le hacían unas travesuras para nada tranquilas, crueles... Desde romperle sus dibujos, o ensuciar la cama en la que dormía, hasta ser humillada en la cafetería no muy lujosa del lugar, carcajadas por todos lados, burlas en los pasillos, apodos como "la niña sopa" o "la antisocial abandonada".

Y lo peor es que nadie la defendía, ni siquiera las empleadas del internado, que incluso se les unió para empezar a lanzarle indirectas cada vez que se cruzaban a la castaña.

Ella cada que sufría burlas, se la pasaba llorando en los baños hasta que ya no habló más con nadie.

No sabía nada de sus padres, solamente sabía que estaba ahí porque la encontraron en una caja de cartón en la puerta.

Cuando cumplió 6 años, tomó la decisión de huir de ahí; pudo observar desde la ventana de su cuarto que el lugar tenía una muralla de piedra rodeandolo, se las ingenió para hacer una cadena de cobijas que encontraba por ahí y las dejó caer por la ventana hasta abajo, esa noche era lluviosa, por lo que temblando de frío bajó como pudo por su cuerda improvisada.

Llegó al suelo y por fortuna, vio una enredadera en uno de los muros, corrió hacia esas para treparlas y saltar.

Corrió a como pudo hacia la ciudad, donde inició su nueva vida de vagabunda.

Nadie la recordaría, o si lo hacían, sería recordada como la burla de la época.

Así fue como pasó toda su infancia, hasta la llegada de Shana, pero aún así siguieron sus problemas hasta la adolescencia, por parte de la mujer más cruel que pudo conocer, que ni en conjunto de todos sus recuerdos podían compararse con su persona.

Cenicienta [Yesung y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora