❛0019.❜

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—flashback.
—andrik.

Caminé entre el pasillo escuchando a mi madre tararear alguna de sus raras canciones cada vez que cocinaba y al no estár mi padre entonces la pasábamos genial.

—Buenas. —saludé entrando a la cocina sentándome en la mesa y mirándola aunque estando de espaldas se veía bien.

Ella me miró y me sonrió. —¿Porqué tan feliz cariño?

Desvié la mirada. —¿Me amas?

Ella rió. —Obviamente andrik, no seas estúpido.

Reí nervioso, con un temblor en todo el cuerpo que bajaba hasta la punta de mis dedos cansándome más nerviosismo del necesario.

—¿Te puedo decir algo y juras no enojarte? —pregunté nuevamente.

Ella me miró más que seria, preocupada, sosteniendo la cuchara entre sus manos y prestándome atención.

—Soy gay. —dije con voz firme pero con la cabeza baja, sentía mucho temor.

Me tomó del cabello con fuerza obligando a levantarme, volteé a verlo, el rostro de mi padre estaba lleno de furia —incluso más que otras veces.— me empujó con fuerza, mi espalda chocó contra la pared y lo miré con temor.

—¡¿ERES UN MALDITO GAY?! —gritó dándome un fuerte golpe en el mentón.

Lo miré con lágrimas en los ojos, sintiendo rabia y dolor como unas veces atrás. —Pensé que no escucharías.

—Dijana, ¿Para esto querías tener un hijo? —tomó del brazo a mi madre y la dirigió a la salida de la cocina.

Ella gritó entre lágrimas. —¡Jovan, no le hagas daño! Son sus gustos.

Él estalló en una gran carcajada y cerró la puerta de la cocina con paso, dejando que mi madre gritara y suplicara con dolor desde afuera, golpeando la puerta con sus propias manos intentando abrirla.

—No dejaré que mis compañeros se enteren que mi hijo es homosexual, que le gustan que le den por detrás. —remitió contra mí con mucho odio, sacando el arma de su costado.

Grité con fuerza caminando lejos, detrás de la mesa con el corazón que  se me iba a salir del pecho. —Por favor no me dispares.

Mi madre al escuchar esto gritó con fuerza, golpeando aún más la puerta.

Mi padre rió. —Me das vergüenza, imbécil. Aquella noche que decidimos tener un hijo, no pensé que sería tan patético y asqueroso como tú ¿Me oíste? Un maldito homosexual que lo único que me dan son ganas de vomitar. —dijo apuntando el arma a su cabeza.

Disparó y el sonido del tiro dejó mis oídos con un pitido fuerte, grité y me quedé paralizado en medio de la sala. Estaba tenido en el suelo con la sangre que salía de su cabeza y de sus oídos.

—¡Andrik, amor! —llamó mamá. —MI AMOR RESPÓNDEME!

—Mami. —dije con lágrimas en los ojos.

ɴᴜᴍʙ┊ʀɪᴄᴋʏ ᴏʟsᴏɴ. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora