#4: Claire

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Entre risas, galletas, miradas y babosadas (de parte de Luke y Jaz) los cinco estábamos pasándola genial, Calum y yo teníamos varias cosas en común al igual que Ashton, y eso nos ayudaba a llevarnos mucho mejor.

Para ser el primer día aquí, ya me había hecho cuatro amistades, y creo que un enemigo, sí, ese teñido idiota que se cree que es el rey del campamento.

—Hey Clay.— dijo Calum quien estaba a mi lado.

—¿Qué pasa Cal?.— dije en voz baja.

—¿Quieres ir a dar una vuelta? Esta zona esta que arde.— dijo moviendo la cabeza hacia donde se encontraban Jaz y Luke casi comiéndose uno al otro.

—Sí, por favor.— dije levantándome del frío tronco.

Él hizo lo mismo.

No sé en que momento, pero Ashton se había ido, raro, pensé.

Caminamos cerca de diez minutos, entre árboles, charcos, insectos y maleza.

Pero el corto viaje valió la pena al llegar, desde allí se podía ver todo el río, y como la luna se reflejaba en él. Simplemente era maravilloso.

Calum tomó mi mano y me guió hacia la roca que yacía junto al borde del río.

Me senté y quité mis zapatillas para poder tocar el agua con mis pies.

Al parecer la idea fue buena y Calum también lo hizo.

Él se encontraba al lado mío, analicé cada centímetro de su cuerpo en menos de dos minutos.

Su cabello era genial, era color café y en donde comenzaba su flequillo tenía mechones rubios.

Sus brazos fuertes y con varios tatuajes.

Sus ojos eran color café al igual que su cabellera.

Su tez era morena, pero no demasiado.

Sus piernas era geniales, ¿por qué no tengo esas piernas?.

Largué un leve bostezo antes de apoyar mi cabeza sobre su hombro.

Narra Michael;

—¡Vamos Michael! Es sólo una niña caprichosa que se cree mala.— dijo mi amigo el cuál recién había llegado de su misión.

—¡Cállate Ashton! Aquí las órdenes las doy yo, ¿dónde dijiste que se irían?.— pregunté ansioso.

—Frente al lago, ya sabes, donde tú vas siempre con tus nuevas conquistas de verano Michael.— dijo rodando los ojos.

—Bien, tú no podrás ir, se supone que eres amigo de ellos.— dije haciendo una pausa.— así que llama a Ross.— finalicé.

—Pero acaso.— lo interrumpí antes de que terminara.

—Cállate y has lo que te ordeno.— dije para salir caminando de mi cabaña ,la cual compartía con Ashton.

Saqué mi teléfono y marqué el número de Ross.

—Hey.— respondió él.

—Te necesito en cinco minutos fuera de tu cabaña.— dije y corté.

Seguí caminando en dirección a la cabaña de Ross.

Al llegar lo vi allí afuera, me acerqué a él.

—Vamos.— dije para caminar en dirección hacia donde se encontraba la niña maleducada y Calum. Ashton me había contado que su nombre era Claire.

Ross iba detrás mío sin pronunciar palabra alguna.

—¿Por qué tienes tanto interés en una chica que no conoces?.— habló el rubio dejando de mover sus pies.

—Porque ella no sabe a lo que se está enfrentando.— dije y volví a mi paso.

Seguimos caminando, unos dos minutos, y allí estaban los dos, como Ashton había dicho, ambos sentados en aquella piedra, viendo hacia el río. Ella apoyaba su cabeza sobre el hombro de aquel chico, Calum.

Al parecer estaban muy cómodos, pero no por mucho tiempo.

Me acerqué aún más entre las hierbas y los árboles. Estaban hablando, podía escuchar su conversación.

—Así que lo odias.— le dijo Calum.

—No lo odio, sólo no lo soporto, no lo conozco y ya me da la impresión de que es un idiota con el ego por las nubes.— le respondió ella.

—¿Lo dices por lo de hoy a la mañana?.— dijo el moreno.

—Sí.— respondió ella.

Supe que estaban hablando de mí, éste es el momento para mi aparición inesperada. O algo así, sólo para que la niña linda sepa a quién está odiando tanto y con que tendrá que lidiar mientras esté en éste campamento.

Ross pasó primero y luego yo. Ambos estábamos parados adelante de ellos.

Claire se levantó de su asiento y se paró frente a mí queriendo intimidarme. Pobre, pensé.

—¡¿Qué quieres aquí idiota!?.— gritó frente a mí.

—Calmate si no quieres salir herida querida.— dije apretando su muñeca entre mis manos.

—Oye.— dijo el idiota de Calum mientras me pegaba un empujón, que por cierto, no me movió más de dos centímetros.

Rápidamente le eché una mirada a Ross y en menos de dos segundos ya lo estaba arrastrando fuera de allí.

Ella intentó correr lejos, pero antes de que pudiera hacerlo tome nuevamente su muñeca haciendo que chocara contra mí.

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nuevo capítulo :)

-Mary xoxo

Camp for rebels ➸ Michael CliffordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora