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Yeonjun no tenía casi amigos en la residencia, su hermano,Soobin y algunos amigos de su hermano.

Llegaba la hora del almuerzo y tendría que pasar la vergüenza de no saber con quién sentarse.

Con Soobin definitivamente no, tenía que evitar al menor lo máximo posible.

Su hermano era la otra opción, pero algunos amigos de su hermano no se llevan bien con él y no quería pasar un momento incómodo.

Así que cogió su almuerzo que era un manzana, un sándwich de algo que prefería no saber y té de jazmín ; y se dirigió al único lugar que podría ir ahora mismo : al jardín.

Los del club de botánica le dejaban pasar al jardín y quedarse allí comiendo porque siempre les ayudaba y porque el líder Kim Namjoon era un conocido suyo.

Cuándo llegó varios de los miembros le saludaron, Sana una chica bastante simpática se le acercó y le dió lo que ella sabía que era una de las frutas favoritas de mayor, una fresa.

A Yeonjun le encantaba estar ahí, era como cuando se encontraba en el jardín de su casa jugando con Beomgyu en esos días que no temían por nada, no sabían que les iba a ocurrir en el futuro y no les importaba nada más que estar el uno junto al otro, eran muy felices así en esos tiempos.

Todas las personas del club de botánica era omegas excepto el líder que era un alfa como Choi, por eso ambos se entendían tan bien y se guardaban el secreto el uno al otro, pues si los demás compañeros se enterasen que ambos alfas preferían cuidar de las plantas, cantar, dibujar o escribir cosas que se relacionaban más con los omegas o las mujeres beta u omega serían la burla de toda la residencia, tenían que mantener una imagen dura y aparentar que les interesa la lucha.

La razón porque ambos rechazaban tanto la lucha era porque habían visto demasiada violencia en sus hogares desde pequeños que se prometieron nunca pegar a nadie, solo en defensa de los más débiles.

La mayoría de los miembros del club se habían marchado ya solo había un chico de aspecto más joven que él y su hermano y con rasgos que no parecían del todo asiáticos.

El chico era un tanto torpe con sus movimientos pero mostraba una tremenda delicadeza con las plantas y si el olfato de Yeonjun no le fallaba se trataba de un omega que olía a frambuesas y café.

Era un olor muy dulce y reconfortante, Yeonjun se acercó para ayudarle.

Ambos acabaron de plantar un peonía cuando el chico le pregunto.

— ¿Como te llamas?

Yeonjun se sorprendió de que no le conociese porque por desgracia era muy famoso en la residencia.

— Choi Yeonjun y ¿tu?

— Huening Kai encantado — ¿Qué clase de nombre era ese pensó Yeonjun?

— una pregunta ¿De dónde eres? — Kai río a lo que Yeonjun se extraño.

— ¿Tienes tiempo? Porque me voy a llevar mucho tiempo intentando explicártelo — ambos rieron

Estuvieron riéndose y hablando hasta que la campana tocó indicando que tenían que volver a clase, ambos se despidieron y caminaron a sus respectivas clases, con un sentimiento de comodidad en el corazón, pues Yeonjun después de mucho tiempo había encontrado a alguien con quién sentirse tan bien y Kai había hecho un amigo por fin.






💭💭💭

¡Volví!

Espero que les haya gustado este capítulo y que tengan un muy bonito día

Los amo muchísimo, no se olviden de dormir bien, de comer y de tomar agua, descansen y sonrían mucho que seguro que tienen sonrisas preciosísimas.

Ney se despide hasta la semana que viene probablemente adios
♡♡♡

don't touch me - yeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora