26 ↯ Venganza~

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Pareja:
Helga/Salazar

Aclaración:
No pude contener hacer el
headcanons un OS.
Por cierto, esto es hetero ¿ok?
Sino es de tu agrado,
puedes leer otra cosa
:)





Lo había visto todo.

Oculto entre las hojas de los frondosos arboles del bosque, sus ojos verdes fueron testigos de como el amor se su vida perdía lentamente la vida, sintiendo su cuerpo arder en el odio, ira y rabia. Su magia corría por su cuerpo de manera descontrolada, alterada por las muchas emociones que el albino estaba sintiendo, una chocando contra otra.

Frunció el ceño. Sus dientes chocaron entre ellos, apretándose con fuerza al igual que sus manos hechas puños que agarraban con firmeza las mangas de su capa oscura.

¿Por qué?

Él recordó prometer acatar cualquier orden sin importar cuan dura fuera, prometiendo lealtad y doblegando su orgullo por completo con el fin de proteger a lo único que lo ataba en ese maldito mundo infernal. El bastardo que le juró protegerla, que le prometió su seguridad con la condición de hacer todo lo que le pedía, al quien protegió con sus vida siendo un hombre putrefacto... Lo había traicionado, lo había mentido de la peor forma.

Su misión era asesinar a cualquiera que se interpusiera a excepción de Helga. Y ese maldito hasta le hecho en cara que así seria. Sin embargo todo aquello solo fueron mentiras... Ruines y viles mentiras que le estaban constando la vida a Helga. Los bastardos secuaces no se tomaron la molestia de usar sus varitas, eran hombres salvajes y sanguinarios que habían exterminado a una gran cantidad de magos que andaban rondando por el bosque; y junto con ellos, a Helga.

¿No fue suficiente haberlo humillado?

Miles de recuerdos inundaron la mente de Salazar, las humillaciones que tuvo que pasar, en como su dignidad era pisoteada y como su voluntad era tomada por el bastardo que se hacia llamar Señor Oscuro.

Quería gritar.

Llorar y arrancarse el cabello. Mechón por mechón.

Quería ser él quien estuviera ahí, en el suelo y sangrando. Que Helga no estuviera muriendo frente a él.

¡Todos son unos malditos bastardos!

La energía fluía cada vez más errática, parecía apunto de explotar una sobre carga de magia. Quería quemarlos, desmembrar los, hacerlos llorar y gritar de agonía... Que sintieran el mismo dolor que le habían provocado a su mujer. Porque con Salazar Slytherin no se debía jugar, ni en lo más mínimos. Él era un hombre de palabra, cumpliría cualquier cosa a quien lo veía digno de su confianza. Y a pesar de verse obligado a seguir la voluntad de su Señor, en ese momento no pensó en nada mas que en sangre.

¡No iba a permitirlo!

Salazar los miró con profunda rabia e ira. Les iba a apuñalar con cualquier cosa que estuviera cerca de él, como lo hicieron con su Helga. Destruyeron su corazón y sus sueños, su propósito a seguir, al amor de su vida. No se iban a salvar. Pues la serpiente los estrangularía y quitaría la vida de sus ojos y, con ello, el último respiro que sus malditos pulmones tendrían.

𝐒𝐋𝐘𝐓𝐇𝐄𝐑𝐏𝐔𝐅𝐅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora