𝐒𝐋𝐘𝐓𝐇𝐄𝐑𝐏𝐔𝐅𝐅

110| Instintos.

CONTENIDO HOMOSEXUAL Y SEXUAL. SI NO ES DE TU AGRADO, NO LEAS ;)

(CREO QUE DESPUÉS DE TANTO SUFRIMIENTO AL FIN LES DARE LO QUE QUERÍAN PUERCAS)

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           ÉL SIEMPRE SUPO LAS CONSECUENCIAS DE ESTAR CON ALGUIEN COMO ADAM. Desde que lo conoció y supo sobre su condición, paso horas estudiando sobre los licántropos; cada síntoma, cada fase y cada etapa por las cuales podría pasar un licántropo.

Adam se convirtió en su mejor amigo desde el segundo año escolar, eran inseparables desde ese entonces y, a pesar de las rivalidades entre casa, convivían cada momento que tenían porqué en el fondo ellos sentían algo, tal vez un lazo que los unía y los volvía uno mismo. Podrían ser muchas cosas, hasta una fantasía, pero ahí estaba, intercalando en sus almas y aferrándose a ellos.

Y ahora Damian esperaba que ese jodido lazo que los unía —si es que existía— le diera toda la fuerza necesaria para cargar, o al menos arrastrar, el cuerpo inconsciente de su mejor amigo para llevarlo a un lugar más cómodo y seguro. Ir a la casa de Slytherin no era una opción, tampoco llevarlo a la suya y mucho menos dejarlo a la mitad del pasillo donde un prefecto o la señora Norris los podrían encontrar. Lo que hace uno por sus amigos, pensó el Hufflepuff.

Se detuvo un momento. Recargó el cuerpo hirviente de Adam en la pared para tomar un respiro y estirar sus músculos, sus brazos estaban exhaustos y entumecidos. Su condición física no era la mejor y cargar un chico que pesaba el doble que él a mitad de su transformación, no era tarea fácil.

—En que momento te pusiste tan pesado—masculló el castaño mientras observaba el rostro sonrojado de Adam iluminado por la tenue luz de las antorchas.

Damian se puso a la altura de su mejor amigo y quitando los cabellos que caían  sobre su frente sudada, viendo el rostro atractivo del licántropo el cual pasaba por una fase que él no aun no reconocía. Damian escuchaba jadear palabras sin sentido de la boca de Adam, preguntándose que era lo que diría. ¿Acaso será que le este dando un solución? ¿O tal vez estaba delirando?

La fiebre a veces ponía grave a las personas y más si se trataba con alguien que estaba entrando en fase.

Damian siguió en la misma posición cuidando de que nada malo estuviera sucediendo a el Slytherin hasta que escuchó un maullido cerca de ellos.

—Mierda—susurró angustiado. La señora Norris estaba aquí. Maldicion.

Con cuidado de no hacer ningún ruido, Damian cogió por la cintura a Adam y con el poco esfuerzo que le quedaba en los brazos, lo arrastró por lo que quedaba del pasillo, mientras miraba si había una puerta cercana a ellos. Podía soportar un castigo durante una semana pero que se supiera de la condición de Adam, eso si que no.

Caminó apurado y torpe, intentando no tropezar con la capa del Slytherin o con sus propios pies, sentía que la gata le estaba pisando los talones, escuchaba su maullido muy cerca de él. Su corazón latía por la adrenalina, parecía que el maldito pasillo no acababa y Demian no podía sentirse mas frustrado.

De la nada, sintió que Adam se movia y olisqueaba su cuello provocándole cosquillas y nervios.

—D-Damian—gimió el muchacho. El nombrado no pudo sentirse más avergonzado y nervioso con aquel pequeño acto de parte de Adam. Y así fue durante todo el camino hacia el final del pasillo: oliendolo y diciendo su nombre cerca de su oído, provocando que el pequeño Hufflepuff se estremeciera y se sintiera cada vez peor.