Luck & Misfortune

¿Really?

¿Quién rayos eres? Preguntó ella, y él le respondió entre una risa leve: Me gusta como eres. Ah! y de ahora en adelante si quieres, puedes llamarme padre jajaja. Le inyectó algo de manera muy discreta en el brazo y rápidamente quedó dormida. ¿Por qué él entregaría a su hija a esos hombres?

Pues, los padres de Azul se habían metido en unos negocios y llegaron a tener una deuda casi imposible de pagar, lo cual llevó a que ese hombre le dijera una forma de pagar, le puso dos opciones: Me pagarás con tu muerte y la de toda tu familia o entregándome a tu primogénita. Él le dijo que no le iba a entregar a su hija, ¿por qué no solo me matas y ya? dijo. Aquel tipo le respondió con una voz fría: Eso no es de tu incumbencia, lárgate cuando sepas de qué forma vas a pagar, me llamas.

En realidad él solo quería saber hasta dónde era capaz de llegar para salvar su pellejo. Había muchas formas de solucionar el problema, pero él se fue por el pago más rápido. De todas formas ya había otros tratos detrás.

Azul despertó unas horas después de llegar al lugar. Al verse en un lugar que no conocía, se puso histérica preguntándose dónde estaba. Se encontraba completamente sola en una habitación blanca, vacía y enorme.

En una de las esquinas de aquella habitación se veía la puerta con dificultad, ya que estaba camuflada con el color de la habitación. Azul corrió desesperada hacia donde se encontraba la salida, que obviamente no tenía cerradura de su lado. Envuelta en terror empezó a gritar, su llanto era desgarrador. Ya cuando su garganta no podía dar más de sí, empezó a golpear la puerta y las paredes frenéticamente. ¿Por qué no le hice caso a Mamá? ¿Por qué soy así? ¿Qué hubiese pasado si tan solo... Esos pensamientos empezaron a brotar en su cabeza. Sin energía, hambrienta, somnolienta y deshidratada, Azul se volvió a quedar dormida.

Envuelta en la desesperación Azul queda en un extraño sueño. Está perdida en una muy pero muy pequeña isla en medio del océano... Confundida se pregunta dónde está.