Otra vez tú...

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Azul se encontraba llorando sin consuelo, decepcionada al ver cuál sería su destino. Iba pensando en cada cosa que Caín decía tenía sentido. Ella ya sin otra salida le dijo: Entonces, si me convierto en algo como tu guardaespaldas no matarás a mi familia, no? Pero hay algo que no entiendo, ¿como voy a hacer eso si no tengo ningún entrenamiento? A lo que Caín le contestó: No te preocupes, yo mismo te entrenaré, aunque será muy duro y tomará bastante tiempo, y además ya tienes una misión para cuando acabe tu entrenamiento.

 Por cierto, cuando vine antes era para decirte que unos días te sacaba de acá, pero como has hecho todo esto tendré que apresurar todo y sacarte hoy mismo. No quiero que Dino (Jefe mayor) se entere de tu existencia. Sería un gran problema para ti y más para mi.

Ese mismo día Caín la sacó de ese lugar y la llevó a una casa a las afueras de la ciudad. Allí todo era distinto, había personas con las que ella podía hablar, no como en aquel lugar. Lo que en su mayoría había era gente encargada del mantenimiento de la casa, porque ese era el hogar de Caín. Al día siguiente comenzaron con el entrenamiento, para especializarse en cualquier tipo de arma y también para batallas de cuerpo a cuerpo.

 Azul se veía bastante motivada para saber que no sería fácil, sin saber de qué se trataba aquella misión y las cosas que tendría que ver con el paso del tiempo. Meses después una noche, Azul volvió a soñar con su "Ángel de la Guarda". Esta vez ella se encontraba en un campo verde.

Azul esperó a que ella fuese la primera en hablar. 

Luck & MisfortuneWhere stories live. Discover now