Luck & Misfortune

Plan...

A un lado había una bandeja con comida y como ella estaba hambrienta preguntó con una expresión de felicidad en su rostro: -ES PARA MI!?

-Sí, es para ti, le contestó. Para Azul todo era muy extraño, no entendía la actitud de él, ni por qué estaba en ese lugar. Mientras comía, se mantenía pensando en ese extraño sueño, en que si tenía algún significado o si solo era un simple sueño, todo eso le tenía aturdida. ¿Por qué soñó eso? ¿Qué hay más allá de esa puerta? Todo eso pasaba por su mente en ese momento, pero la única respuesta a eso era "esperar".

Saliendo de su mente, mientras Azul comía y él le miraba atentamente, ella le preguntó: -A todo esto... ¿Cómo te llamas?

Caín, me llamo Caín. Tú te llamas Azul, no? Que nombre más raro, respondió.

Ella con una cara burlona y a la vez indignada, "Mira quien habla" le dijo entre risas. También en sus pensamientos habían dos preguntas: ¿Para qué motivos la quiere Cain? ¿Cómo y por qué es que su padre la dejó de esa manera? No se lo pudo aguantar y fue directa con él, le hizo esas preguntas que rondaban en su cabeza sin temor alguno.

Cain le cambió totalmente la expresión su rostro, le miró fijamente y se marchó hacia la puerta. Cuando ya estaba a punto de salir le dijo: Ya habrá tiempo para que sepas. Lo único que quiero es que algún día confíes en mi, aunque parezca mentira. Rápidamente Azul, apegándose a su plan le dijo: ¿Cómo quieres que confíe en ti? mira como y donde me tienes. Una habitación totalmente blanca, enorme y fría, con una cama blanca, una puerta con la cerradura del lado de fuera y una ventana arriba en el techo. ¿Sabes cómo me siento? Es como si estuviera en cuarentena o en un manicomio. Si así acostumbras a ganarte la confianza de los demás, conmigo nunca va a funcionar. Él le miró sorprendido y en silencio se marchó.

Todo para Azul era muy confuso, no sabía qué hacer. Así pues pasaron días y semanas, ella aún seguía perdida, hasta que se decidió y guardó uno de los cubiertos que le llevaban para comer. Eran plásticos pero algo he de hacer, pensó.