Reconciliación

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Parte III

Esa noche huí, de mi evento... abandoné aquél lugar evitándolo a él porque no era capaz de procesar aquella confesión, puesto que si aquel joven ojiverde tenía razón; todos en su totalidad me habían mentido, los días pasaban en mi vida como si de un libro se tratase... Sin querer había estado toda la semana en la cama, mi única razón para levantarme era mi pequeña Martina, pero de resto no quería salir de mi cuarto.

-Emilia, debes abrir ya esta puerta- De nuevo la voz de Tony, esta última emana vino a cuidar a Martina y se la pasaba tratando de que abriera. Me resigné y abrí para dejarla pasar- Necesito hablar contigo de algo muy serio.

- ¿Qué se supone que sucedió ahora?- a veces me sacaba de quicio.

-No es que sucedió, es que se acabó esta etapa de yo no quiero ni hablar ni ver a nadie, no tienes ni idea de lo mal que todos la están pasando. Hasta Martu se dio cuenta de todo y es una niña. Sé que es difícil creerle pero quieras o no vas a escuchar toda la ver. Claro está después de que te bañes.

No dijo más nada y se fue de la habitación, no tenía idea de quienes estaban allá afuera, pero Tony tenía razón nunca debí comportarme como lo hice, me bañé y arreglé para poder salir, ya lista salí a enfrentarlos a todos pero en ese preciso todo estaba adornado como el día del baile de graduación, y así comenzó todo a pasar por mi mente.

-Estas muy linda hoy- Aquel chico que si mal no recuerdo se llama Claudio, estaba aquí en mi sala; vestía un esmoquin y allí comencé a recordar aquella noche - Es muy enserio lo que te digo, no sabes lo linda que te ves y como ese vestido te hace ver alucinante. Dime ¿Por qué no te dejaste ver antes? ¿Dónde te metiste todo este tiempo? Entraste a mi vida como un ángel y me salvaste ¿Lo sabías?

-Claudio ¿Por qué me dices todo esto hoy? No lo entiendo, si me dijiste todo aquél día porqué huiste, te fuiste de ahí y ni siquiera te recuerdo, solo recuerdo el accidente, aquella noche tenía mucha razón en que sería la última vez que te vería- y ahí justo ahí me besó.

- Si estoy aquí es porque es momento de hablar y dejar muy en claro todo, nunca te quise hacer daño y tal vez ese accidente fue la mejor manera de evitártelo. Aquella noche Martina enfermó y corrimos a tu casa pero en el camino se nos presentó un inconveniente y pues tuvimos un accidente, en el que tú saliste herida y yo ni un rasguño. Durante tu estadía sin despertar me encargué de Martina- estaba sorprendida y mis piernas temblaban, así que nos dirigimos al sofá- Es difícil de asimilar, pero aquella noche cuando Tony salió de la habitación entendí que no recordabas nada en realidad, y ahí fue el momento justo para irme- para este momento mis ojos estaban bañados en lágrimas.

No dejaba de llorar, todo este tiempo me sentí incompleta y era porque una parte de mí no recordaba nada en realidad eso me estaba matando.

-Mi papá me obligó a irme, justo cuando me enteré que eras la nueva inversionista, me decidí a volver... No vengo en búsqueda de que me perdones ni nada así realmente eso me vale gorro. Vine porque realmente siento que debes saber cómo fueron las cosas – Se levantó a punto de irse y lo detuve con mi mano.

-Te recuerdo a ti y a ese beso.

Este es el final del primer one shot, son pequeñas historias de amor basadas en esta pareja

Erase una vez... ClaumiliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora