Let Me Love You

Uɴᴏ

Se sentia miserable... Bueno, siempre ha sido así, ¿no?.

Ser el único de sus hermanos, conociendo la verdad detras de esa feliz ignorancia, que le habian hecho creer a todos los que entraban y salian en ese "orfanato". O ver a todos sus hermanos partir a una "nueva vida feliz" y saber que solo iban a parar a el plato de los demonios que tanto esperaba no ver algun día.

Lo que le mostraban y lo que recordaba no era cuerente, al principio no se mostro tan preocupado, y solo esperaba que lo que recordaba fuera una distorcion mal hecha que habia hecho su subconciente o que fuera nada más que una simple pesadilla... Una de la que pronto deseaba despetar.

Pero luego todo se empezo a hacer más sospechoso, ¿porque mamá les impedia ir más allá del bosque? o ¿Por qué no podian ir a la puerta?. Más preguntas y pocas respuestas.

Para bien o para mal, sus dudas se le aclararon a la corta edad de 6 años. Aun lo recordaba cuando le pregunto a su madre.

— Mamá... ¿Porque me tuviste? — Le pregunto mirándola con unos ojos tristes.

Esta solo le mostro una cara de espanto adsoluto, para luego relajar sus facciones y responderle.

—Para sonbrevivir Ray— Le dijo la antes mencionada —Para sobrevivir y vivir más que nadie.

Lo que nunca le dijo a su madre es que juraria que que vio un momento una expresión de alivio cuando le dijo eso.

—Te propongo un trato— Le dijo el azabache a la mayor.

—Te escucho— Le respondió sabiendo lo que quería su hijo.

             

• • •

Ahora que sabía la verdad se preguntaba seguido ¿Por qué el? ¿Por qué el fue al que le dieron inmensa carga de dolor?. Sí, ya que sabia la verdad podia hacer aquel trato con su madre para vivir pero con el precio de ser un traidor para sus hermanos. Aúnque al principio se rindio y su plan inicial era solo vivir en sus comodidades viendo crecer a sus hermanos hasta ser cosechados y despues morir, planeaba dejar a sus hermanos en su tan hermosa fantasía y después quemarse vivo en su venganza infantil, aunque su plan se vino afectado por dos personas, aúnque una más que otra.                  

Estaba afuera sentado en el arbol de siempre, leyendo un libro que se encontro en la biblioteca mientras miraba a sus hermanos jugar.

— ¡Ray!— Le grito alegre una peli naranja al pequeño azabache de 6 años dejandolo casi sordo.

—¿Qué quieres Emma?— Le pregunto notablemente molesto quitando su vista de su libro para mirarla frunciendo el entrecejo.

—Ven a jugar con todos— Le dijo señalando le a sus demás hermanos y sonriendo aun más alegre ignorando olímpicamente la mirada enojada del azabache.

El pequeño azabache no le respondio solo le dio una ultima mirada para seguir su lectura. La anaranjada al no tener respuesta fruncio el entrecejo para ir rendida con sus demas hermanos... Para pedirles disculpas y luego ir nuevamente con Ray.

Ray que se encontraba todavía leyendo sintió una fuerte y molesta presencia a su lado así que voltio para ver, solo para encontrarse otra vez con una Emma que le miraba sonriendo.

—¿Ahora que quieres?— Le dijo enojado a la anaranjada.

—Ray ¿Porque siempre estas aquí?— Le pregunto ignorando lo que le dijo antes el azabache. —Siempre que salimos en el receso estas aquí leyendo un libro y nunca quieres jugar y ademas... Estas triste — Finalizo mirandolo neutralmente.

Sinceramente Ray no se esperaba nada de eso y menos si venía de Emma.

—Cuando te veo y levantas a veces la vista de tu libro nos ves a todos jugar con una mirada triste.

El azabache ya estaba más que en shock no se esperaba que Emma le dijiera todo eso el creia que su actuación era buena si asíi era como lo veia ella como lo verian los demas.

—Así que he llegado a una conclución— Le dijo para pararse de su lado donde estaba sentada para ponerse adelante de el y mirarlo fijamente.

Estaba muerto... Ahora si ya estaba muerto el solo rezaba mentalmente para que no diera justo en el blanco.

—Estas triste porque nadie te invita a jugar ¿Verdad?—

—¿Eh?— De espantado cambio a confundido ¿Cómo habia llegado a esa conclución?

—¡Lo sabia!— Grito la pequeña mientras lo señalaba y fruncia el ceño —Ray si te molestaba tanto que nadie te invitara a jugar me hubieras dicho, aunque no parezca todos te queremos, eres tú el que no quiere venir a jugar— Termino mostrando con un tierno puchero digno de ella.

—Pff Jajajajajaj— Ahora Emma era la que no entendía nada. Cómo pensaba ponerse a reir mientras ella le decia que lo queria.

Cuando Ray termino de reirse se paro y te dio suaves palmaditas en la cabeza de la femenina y esta solo lo miraba incrédula.

—Ven vamos a jugar tonta— Le dijo Ray solo para dejarla ahí e irse con los demas.

—¡Hey!, no soy una tonta— Dijo divertida Emma para ir junto a el para jugar.

Esa fue la unica vez en la que Emma volvio a ver triste a Ray ya que al siguiente día Ray socializaba más con los demas y no solo con Emma y Norman.
                      

Todavía recuerda eso, ese día se prometió así mismo dos cosas una que no porque el se haya redido sus amigos tambien, si el no podia ser feliz por lo menos sus dos mejores amigos sí y ahí fue cuando se le ocurrio su tan peligroso plan. Y dos protejer a esa niña que en su mundo de oscuridad le dio una luz para seguir adelante.