Let Me Love You [ O c h o ]

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Los días pasaban y esos días se convertían en semanas luego en meses y al final en años.

Exactamente cuatro años pasaron.

Cuatro años en los que la delgada línea que puso entre sus dos amigos creció hasta llegar a ser del tamaño de un acantilado.

No eran tan cercanos como antes, tampoco convivían como lo era antes, obviamente la diferencia entre la distancia que adquirió con Norman a la que adquirió con Emma eran muy distintas.

Con Norman seguian siendo amigos, normalmente como una amistad de chicos solo que sin estar todo el día juntos, se veían de lejos, se hablaban pero no los veías demasiado, uno podría estar en el bosque jugando a las atrapadas, mientras el otro sentado leyendo. Apresar de eso no había frialdad ni quejas de parte de ambos, una amistad normal que apresar de no charlar tanto era única.

Con Emma era diferente, todo cambio y dió un giro de ciento ochenta grados.

Incontables veces fueron las que ella iba con el a preguntarle si estaba bien, si ella había hecho algo mal para molestarlo y que no pasará tiempo con ella.

También incontables fueron las veces en que ella pasaba a buscarlo a la biblioteca solo para verlo y de suerte que le leyera un libro como antes el hacía con ella.

Recordando siempre su carita desilucionada por ya no estar con ella, por romper ese lazo tan especial que tenían ambos entre ellos.

Algo inexplicable, único. Roto por un alejamiento.

El no perdió su amistad con ninguno de ellos dos, pero gran era la diferencia de su cercanía de niños a comparación de ahora.

Veía a sus hermanos siendo llevados uno por uno, y después de semanas sin respuestas o cartas para los demás, pasaron a ser olvidados con el paso del tiempo.

Recordando su ahora círculo de amigos. Los más cercanos quitando a Norman y Emma, pasaban a ser Gilda, Don, Nath y Anna. No tenía esa amistad que con sus dos amigos pero si no estaban ellos el fácilmente podía pasar tiempo con alguno de ellos cuatro.

Gilda que era la más madura de ellos cuatro podía hablar de un tema, tal vez no con la parte tan fría y calculadora como Norman pero si se podía llegar a tener una buena conversación con ella.

Don que como Emma era imperativo y se atrevía a decir igual de tonto que Emma y como ella le gustaba pasar tiempo con los niños más pequeños queriendo ser un buen hermano para ellos.

Nath con el que podía deleitarse con sus notas de piano, a él le interesaba levemente esa clase de notas por la canción que formaba con estas mismas y más de una ocasión se podía encontrar el mismo tocando esa canción en un piano, y pidiendo consejos de cómo tocar al pelirrojo.

O Anna que era la menor del grupo, a veces la podía encontrar en la biblioteca, no con libros de historia o máquinas como el o Susan, si no libros de jardinería y de salud para los más pequeños, aunque no tenían libros en común, le parecía bueno que fuera tan apasionada en algo que le gustará hacer y no como el que solo leía para sobrevivir.

Quería también a esos cuatro como sus hermanos, pero en su plan no cabían, solo tenía un plan para que por lo menos dos escaparan no un grupo más de cinco personas.

Sin duda tuvo hermanos a los que amo y que lo amaron a el, y el ya no podía con el peso de no poder haberlos salvado de su cruel destino.

Nunca se incluyó en su propio plan de escape por la misma razón, ¿Como podía pensar en escapar el, en vivir?

No lo merecía, traicionó a sus hermanos, jugó con ellos como si de simples marionetas se tratase. Después de todo eso no merecía vivir.

Ni por Emma, Dios el no la merecía, ni vivir a su lado.

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⏰ Última actualización: Mar 15, 2020 ⏰

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