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Blue.D, la chica de YGX estaba confundida, no sabía cómo reaccionar ante semejante notición.
Por fin debutaría en una misión, y no podía estar más contenta con eso, esperó mucho tiempo y llegó el momento de hacer un trabajo en serio, por supuesto que es una alegría, no obstante, siempre pensó que estaba más que calificada para hacerlo sola ¿Y ahora le ponen a Mino para ayudarla? Debía estar agradecida, se supone, pero un sentimiento de amargura se apropió de ella.
El chico le pidió de su colaboración tiempo atrás, y aceptó gustosa, fue una gran oportunidad para lucirse y conocer más sobre el entorno en donde trabajaría, sin embargo, ahora lo asignaron a su caso con la excusa de que esta vez él debía ayudarla a ella, y sonaba a algo terriblemente forzado.
Aún así, no pudo hacer nada para evitarlo, y eso que lo intentó unas cuantas veces, comenzar sola, pero sus jefes insistieron en que seria mucho mejor empezar con la ayuda de alguien profesional y Mino fue la mejor opción puesto que ya se conocían.
Ahora todos en YG estaban enterados sobre su colaboración ¿Se podía estar feliz y enojada al mismo tiempo? No le molestaba el hecho de que Mino la ayudara, en el fondo igual lo agradecía, solo un poco. Lo que le reventaba era saber que todos concordaron en que ella no podría sola, y la decepcionó.
La chica veía vídeos graciosos en su tablet con la intención de distraerse y dejar de estar tan tensa. Estaba en su pequeña oficina, con los pies sobre el escritorio bebiendo soda de la maquina de refrescos del pasillo, cuando de la nada, alguien abre la puerta sin anunciarse y entra sin pedir permiso con un grito.
A Blue casi le da un infarto, pero lo único que resultó lamentable fue su soda en el suelo.
—Créeme, esa nunca fue mi intención—habló Mino con las manos en el aire, como si ella le apuntara con un arma al mirarlo.
—Ahora me debes dos bebidas—respondió ella un poco amargada.
El recién llegado sonrió y se sentó frente a ella, tomó un lápiz y empezó a dibujar garabatos en una de las agendas que había sobre la mesa.
—¿Estás emocionada?
—Como no tienes idea—Mino casi explota en risas ante su emoción. Ella solía ser sarcástica siempre.
—Pues yo sí, me agrada devolverte el favor—puso sus manos sobre la mesa.
—Como sea, ¿Qué quieres?—ella prefería ir directo al grano.
—Relájate, ¿Sabes? Me topé con Jisoo en el desayuno, estuvimos hablando un rato y le conté que vendría a verte. Adivina lo que que me dijo—le habló con suspenso.
—No—pero a Blue le interesaba poco.
—"Es un poco pesada, cuando me tocó instruirla se notó que no le agradé para nada"—dijo él de todos modos, agudizando exageradamente su voz, intentando imitar la de Jisoo.
