Un nuevo comienzo

Capítulo 7: Lo siento

Importante leer la nota del final, por favor.

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Me desperté con mucha fatiga y dolor de cabeza. Perfecto, dos copas y resaca. Espero acostumbrarme a esto de beber pronto, porque no lo soporto. No digo lo típico de ‘no vuelvo a beber en mi vida’ porque sé que será mentira. Estar así hace que esté de mala hostia y además caída de ánimo por lo que ocurrió ayer.

El primer beso, como ya he dicho muchas veces, quería que fuese con alguien que me quisiese, con el que sintiese esas mariposas revoloteando en mi estómago y él también sintiese lo mismo. Ha sido totalmente lo contrario… Con un mujeriego a quien no le importo, en vez de sentir ‘mariposas’ sentí algo extraño, supongo que sería por el alcohol y él no ha sentido nada ni de coña. Aunque sus labios eran suaves y besaba bien… Además fue como una pequeña corriente eléctrica que me recorrió de pies a cabeza en cuanto sus labios estuvieron en los míos. Bah, pero que digo. Hacía frío, simplemente.

Miré mi móvil y tenía:

Llamada perdida de María (3)

Mensajes de María:

¿Dónde estás?

Lo siento, en serio. Por favor, contéstame.

¿Natalia? ¿Dónde estás? Me he recorrido el local y no te encuentro.

Espero que estés bien. Te tengo que dar explicaciones de por qué me fui.

Mensaje de David:

Lo siento si te hice algo malo, no sabía que era tu primer beso… Me gustaría hablar contigo de nuevo, pedirte perdón en persona, pero dudo que quieras saber algo de mí. Incluso dudo de si leerás este mensaje, pero si lo lees, por favor piénsate el llamarme o no. Sabes que nunca pido nada por favor… Tq.

¿Tq? ¿Te quiero? No os podéis imaginar lo mucho que odio que me digan te quiero si no lo sienten, en serio. ¿Tan difícil es reservarte esas palabras para cuando lo sientas? Así nunca sabes cuándo te quieren de verdad o no, por eso lo odio tanto. Creen que se enamoran en dos días cuando solo lo que sienten es atracción. Qué asco.

En cuanto a eso de llamarlo… No lo sé. Realmente no quiero estar mal con nadie, pero es que para mí era tan importante ese primer beso… Suspiré. Decidí llamar a María, me contestó al segundo pitido y antes de que comenzase a hablar, le dije:

—No empieces con ‘lo siento, lo siento, lo siento’ con voz de cachorrito y cuenta.

—¿No estás de buen humor, verdad? ¿Es por dejarte sola?

—Cuenta —le dije ignorando la pregunta. No quería contarle nada aún.

—Está bien… —suspiró—. Cuando se acercó esa muchacha para hablarte, a mí se me acercó un chaval, Daniel, estuve con él y después te perdí de vista. Suponía que estabas afuera pero cuando fui a buscarte no estabas, tampoco cogías las llamadas… ¿Qué te pasó?

—Nada, simplemente me encontraba mal y quería volver a casa.

—No me mientas, te conozco.

Suspiré y le conté todo lo que pasó ayer.

—¿¡TU PRIMER BESO HA SIDO CON DAVID!?

—Ya te lo he contado todo y sí.

—Dios, no me lo creo. Siempre has sido muy tiquismiquis para eso… Bueno, te tengo que dejar después hablamos, ¿vale?

—Vale, hasta luego.