Grabación.

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Tres horas.

Tres horas más y podía salir de esas cuatro paredes para poder tomar un merecido descanso, descanso que no tuvo gracias a que su novio le dio por tener una tremenda calentura en pleno restaurante, a la vista del público. ¿Y quién era él para decirle no a una pobre e indefensa alma en busca de pasión y sexo desenfrenado? Además, está en su contrato el proteger y satisfacer a su cliente de todas las formas que sean necesarias, así que, si lo que él quería era coger pues, ¿cómo negarlo?

El sólo recordar todas las posiciones que habían utilizado la noche anterior hicieron que una erección se notara entre sus pantalones, y confiado en que nadie entraría en su despacho, se dispuso a satisfacerse por su propia cuenta. ¿En que momento Choi MinHo caló tanto en sus pensamientos como para tener que masturbarse en pleno trabajo? Y el solo hecho de saber que estaba haciendo algo fuera de lo "normal" para él hizo que su erección aumentara considerablemente teniendo esa necesidad alarmante de enterrarse dentro del interior de su novio. Y como si leyera su mente, Choi MinHo entró a su despacho a darle uno de esos besos que le quitaban hasta el aliento.

La inquieta lengua de MinHo comenzó a recorrer cada rincón de su cavidad bucal, haciendo que TaeMin lo empujara con brusquedad hacia su escritorio para poder ubicarse entre sus piernas y poder tocarle como él quisiera, la tensión sexual era fuerte.

TaeMin notó la pequeña gran erección que MinHo llevaba y decidió ayudarle un poco. Comenzó a desabotonar lentamente sus pantalones, escuchando un pequeño jadeo por parte del mayor, cosa que lo animó a bajar la cremallera, rozando sus dedos sobre la tela del bóxer, sintiendo la pequeña humedad en ésta. Una sonrisa de satisfacción se asomo por sus labios al escuchar como MinHo gimió cuando presionó levemente su erección.

- Me gustaría verte así todos los días – dijo el mayor cuando se separaron, a lo que TaeMin le regaló una mirada inquisitiva, con ceja levantada incluida. – eso – señaló hacia abajo, haciendo que bajara la cabeza, para darse cuenta que sus pantalones estaban desabrochados y una protuberante erección resplandecía con toda su gloria.

- Oh eso... ¿Te gusta? – preguntó descaradamente.

- Sí. Mucho.

- ¿Quieres jugar con él? – nuevamente su descaro.

No se necesitaron más palabras para MinHo. Se abalanzó sobre él tirándolo sobre su asiento, para poder arrodillarse entre las piernas del menor y bajarle completamente los pantalones y bóxer.

Una, dos, tres lamidas y se lo engulló por completo, su única satisfacción de saber que estaba haciéndolo bien fue el escuchar los roncos jadeos que daba el menor. Unas manos se posaron sobre su cabeza, para marcar el ritmo y profundizar el acto.

- Uh... sí. ¡Joder! – gritó al sentir un fuerte jaloneo. – MinHo ¿Qué haces?

- Sólo estoy pelando la banana – respondió pícaro, para seguir chupándolo cual helado, haciendo un peculiar "pop" al alejarse de éste. La risa de TaeMin se hizo presente.

- Eres todo un caso – dijo, agarrando nuevamente la cabeza del mayor y dirigirlo hacia su miembro. – Ahora termina lo que empezaste.

La experta mano de MinHo se dirigió hasta sus bolas, amasándolo a su gusto, mientras que la otra la dirigió a su desatendido miembro que ya dolía por un poco de atención.

Unos cuantos minutos más y TaeMin se corrió fuertemente en la cavidad bucal de MinHo, soltando pequeños jadeos para regularizar su respiración. Una cosa que a él como le encanta es ver como MinHo se corre cuando le hace una felación, hace que aumente su orgullo. Lentamente descendió hasta llegar a la altura de su acompañante, para lamer los restos de semen que quedaron esparcidos por su miembro, e incorporarse nuevamente y darle un beso húmedo, probando así sus sabores.

- Siempre sabes delicioso. – dijo el menor.

Unos leves golpes a la puerta les alarmaron y antes de que pudieran incorporarse el padre de MinHo entró sonriente y con su celular en mano.

- Eso estuvo... ardiente – dijo. – ¿cuánto creen que ganaré si lo subo a una página porno?

- ¡QUÉ! – gritaron al unísono. – papá dame eso – sentenció MinHo, arreglando rápidamente sus prendas y acercándose peligrosamente a su padre.

- No. – soltó sonriente. – es un buen material.

- ¡Que me des eso te he dicho! – se abalanzó contra él, pero su padre fue más rápido, saliendo apresuradamente del despacho y riendo fuertemente.

- ¡Atrápame si puedes! – carcajeó.

- ¡Papá! – corrió detrás de él - ¡Ven acá!

Mientras un divertido TaeMin observaba como padre e hijo se correteaban. Sin duda alguna, no existía edad para divertirse.

"De: Señor Choi.

No he grabado nada. Jajaja."

En efecto. No existía edad.











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Hola... 

Tiempo sin leernos...

No existe edad para joder a tus hijos

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No existe edad para joder a tus hijos. Eso mismo me pasó a mí el día de hoy, por lo que de ella salió esta historia.

Papá, mamá... como joden. Pero los quiero.



Buena vibra rayos de sol!! 

secrets (2min)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora