LO INALCANZABLE A LOS DURMIENTES: HISTORIA DE COSQUILLAS

CAPITULO 5: EL INTERROGATORIO

CAPITULO 5: EL INTERROGATORIO

Los torneos de las cosquillas en el coliseo habían sido interrumpidos. Asuna y Aqua se encontraban nuevamente descansando en sus celdas. Una guardia les había dicho simplemente que "habían aparecido otras competidoras" y que, para mortificación de Aqua que iba ganando, tendrían que empezar de nuevo en otra fecha.

Aquellas competidoras nuevas estaban ahora en la sala de interrogatorios. Las tres atadas en placas metálicas ligeramente inclinadas hacia atrás. Las tres ataviadas en ropa interior para dejaran ver lo excitante de su piel y lo delicioso de sus curvas femeninas. Shion la indeferente a las cosquillas, Shuma la dulce niña aterrorizada por las cosquillas y Milim curiosa por sentir lo que era la sumisión de cosquillas.

-¿Tú, tienes algo que ver con esto?- Le había preguntado Acceline a Ellie el día del ataque.

-Yo, fui al mundo a engañarlas para traerlas aquí, pero no lo logré. Le fallé y estas mujeres me dijeron que decidieron quedarse en su mundo. Yo regresé al nuestro sin ellas...-

-AL MIO....- la corrigió Acceline con orgullo y furia.

-Regrese a vuestro mundo su majestad y al parecer ellas me siguieron sin que yo me diera cuenta- Ellie mentía, era una experta mentirosa, pero era obvio que la situación era demasiado sospechosa. Especialmente porque antes ya se había intentado rebelar sin éxito.

Ahora estaban frente a las chicas a quienes las harían confesar la verdad a punta de las cosquillas más insoportables. Reirían y reirían hasta quebrarlas obligándolas a cantar la verdad.

Ellie estaba disimulando muy bien el horror que sentía pues si ellas confesaban que la misma Ellie les había ofrecido venir para rebelarse contra Acceline entonces ella misma sería la siguiente a quien destrozarían con infiernos inacabables de las cosquillas más intensas.

Milim había sido bañada en una sustancia que la despojaba de sus poderes, asi que ahora solo podía ver impotente como le hacían cosquillas a sus amigas y sentir el tormento en su propio cuerpo sin nada que pudiera hacer al respecto más que solo llorar y reir.

-Bien....- Dijo Acceline sonriente de ver a los objetos de su deseo vulnerables a sus fetiches.

-Quiero saber cómo y por qué llegaron aquí y quiero la verdad niñitas...- Se paseaba por delante de ellas sosteniendo una pluma de aquellas que soltaba un resplandor mágico. Se acariciaba la mejilla con aquel instruento de tortura.

-¿Empiezo con la seriesita Shion?, ¿Con la dulce Shuna? O con la todopoderosa Milim?- Ellie que estaba a espaldas de Acceline negaba con la cabeza como suplicando que no rebelaran el secreto.

Milim y Shion miraban a Acceline con desprecio, mientras Shuna estaba llorando de los nervios.

-¡¡DIJISTE QUE NO ME HARÍAN COSQUILLAS!!! ¡LO PROMETISTE MILIM!!- Lloraba Shuna cual si fuera una pequeña niña haciendo sentir en Milim una mezcla de excitación y culpa.

-Empezaré con Shion....- Declaró Acceline paseando la pluma por la planta de los pies desnudos de la pelimorada. Esta la vio con odio. Jamás habían intentado hacerle cosquillas, pero lo cierto es que no funcionaba, por más que Acceline le acariciaba los pies con su pluma la chica que era su prisionera parecía insensible.

-¡Dios! Que chica fuerte.....- Dijo Acceline burlona tomando un frasco que rezaba en su portada: "sensibilidad aumentada". Le tiró unas pocas gotas en los pies de la guererra y procedió nuevamente a acariciarle aquellos grandes pies con su pluma.

Shion ahora sonreía y sentía ligeramente unas sensaciones graciosas que le provocaban unas risas juguetonas. Empezó a mover los pies ligeramente para escapar del toque de la pluma y era incapaz de mirar a Acceline con odio pues las cosquillas la hacían sonreír como una tonta. La risa era apremiante pues sus nervios le exigían reir con vigor.