[ En un callejón del centro de París ]
—¡Buenas tardes! Pase pase, póngase cómoda —se escuchó por toda la habitación los gritos que dicho sujeto decía cada vez que un cliente aparecía.
—Será rápido, lo juro, solo vengo a consultar una pregunta así rápida, por eso no le llame con antelación —comenzó a decir la chica mientras tocaba su pelo de forma rápida y nerviosa y caminaba a pasos cortos pero veloces hacia el centro de las cuatro paredes, en donde había una mesa cuadrada con una silla a cada lado.—, señor Blerk.
—Claro, sin problema, pero me temo que tendré que cobrarle un poco más de lo normal por tantas prisas, porque de seguro retrasará toda mi agenda para el resto de la tarde —dijo el extravagante vidente a la vez que se sentaba frente a la chica, algo más desaliñada de lo normal, y colocó ambos codos sobre la tabla de la mesa.
—¡Si si, seguro! Vine preparada.
—Me alegro saberlo. Ahora, ¿qué quería consultar con mi persona del más allá, señorita?—dijo, dándole un tono algo más tenebroso y misterioso a sus palabras a la vez que gesticulaba con sus manos, haciendo que sus anillos chocasen entre ellos y solo se escuchase la rápida respiración de la muchacha y dicho chocar del metal.
—Quiero saber si... —comenzó a decir, bajando la voz y acercándose más al hombre por encima de la mesa y mirando a los lados, como si estuviese contándole su mayor secreto prohibido.—, si mi marido es un hombre legal o está metido en algún problema.
—Uhmmm, veamos que dicen las cartas... —susurró, extendiendo las cartas justo delante de la ansiosa chica, la cual no le salían los ojos de sus órbitas porque están bien sujetos al interior de nuestro organismo.— Escoge una, querida.
Tardó varios segundos, pero al fin sacó una y, con la mano temblorosa, le dio la vuelta, encontrándose cara a cara con la muerte. Una carta que pocos saben de su existencia cuando van a consultar algo del futuro según la astrología, pero todos ellos la temen.
—¿Qué... qué significa esto, señor Blerk?—consiguió decir la joven, poniéndose cada vez más alterada en el sitio y volviéndose más y más pequeña al encogerse en su silla. No quería oír lo que el vidente extravagante quería e iba a decir. No lo quería aceptar.
—«La mort», la muerte en nuestro idioma —comenzó a decir el que sostenía en esos momentos la larga carta, manteniendo su tono de voz sereno en un intento de no alterar aún más a la chica frente a él.— Tal y como representa, esta carta nos dice que, a pesar de la sensación de pérdida que la pueda acompañar, «la mort» cumple un rol natural e importante de la vida, y nos lleva eventualmente a la aceptación. Espera el fin de una amistad cercana, un trabajo, un matrimonio o incluso de la vida, pero no te enfoques demasiado en lo negativo.
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ℂriaturas ℕocturnas ☾
Fantasía«En un mundo lleno de sangre, dolor y perdición, una dura guerra entre los clanes está por comenzar: por un solo malentendido, el mundo de las sub-criaturas se verá enloquecido, comenzando una guerra en donde solo la raza más fuerte será la que domi...