Capitulo 7

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Narra Samuel:

-Señor Samuel, lo que tiene es algo delicado...- dijo el doctor haciendo una pausa la cual se me hizo eterna, sabía que algo estaba mal- tiene Anemia.

-¿Anemia?-me límite a contestar.

-¿Sabe en que consiste?- me preguntó.

-Si claro, trabaje con pacientes en las prácticas que hice- conteste.

-Aun asi necesito decirle que es una enfermedad que se caracteriza por la falta de suficientes glóbulos rojos sanos para transportar un nivel adecuado de oxígeno a los tejidos del cuerpo- dijo el doctor.

-¿Esta avanzada doctor?- pregunte nervioso.

-Lamentablemente si lo esta, pero no lo suficiente para no recibir un tratamiento, así que si se sigue este tratamiento podemos reducir la gravedad de la enfermedad- dijo.

-Esta bien doctor, sólo le pido que no le diga nada a mis amigos, no los quiero preocupar- dije.

-Samuel, es necesario que lo sepan para que te apoyen con esto- dijo.

-Se que lo harían pero de verdad no quiero preocuparlos- conteste.

-Mire señor Samuel, usted es el que decide, desgraciadamente yo no puedo decidir por usted y tengo que respetar su desición-dijo.

-No les quiero decir- conteste.

-Pues lo respetaré, sólo le pido que tome el tratamiento- dijo.

-Si doctor- dije.

-Aparte del tratamiento necesitó que tenga una alimentación estricta, le daré una cita con el nutriologo para que le haga una dieta rica en hierro. También necesitó que se cuide mucho, que no maneje en lo absoluto porque esta enfermedad provoca cansancio y fatiga y se puede dormir en cualquier momento provocando un accidente.

Por último le tengo que decir lo más grave de esta enfermedad. La anemia provoca que se bombee más sangre al corazón por lo que con el paso del tiempo este va creciendo, provocando problemas cardíacos, por ello le pido que se cuide y este lo más tranquilo que pueda, sin recibir noticias fuertes o agitarse mucho- término de decir el doctor.

Esto me cayó como mil baldes de agua fría, estaba mal, muy mal. Necesitaba cuidarme pero sin decirle a nadie.

-Si doctor- dije cabizbajo.

El doctor se fue y en unos segundos entraron Willy y Fargan.

-¿Que te dijo?- preguntó Willy.

-Nada importante, sólo que me desmayé por no haber comido- conteste.

-¿Y porque el respirador?- preguntó Willy.

-Pues...porque no fue un desmayo normal- dije un tanto nervioso.

-Aja- contestó Willy molesto.

-Hey tranquilo Willy, no lo molestes ahora con eso, seguramente esta cansado al igual que nosotros, ¿no Vegetta?- dijo Fargan salvándome.

-La verdad es que si macho, vayan a casa, yo estaré bien aquí, tienen que descansar- dije con una sonrisa.

-¿Tu estas tonto?, claro que no te vamos a dejar sólo, dormiremos aquí contigo- dijo Willy.

-Así es Vegetta, podemos dormir en los sillones para asegurarnos de cualquier cosa- dijo Fargan.

-Gracias chavales- dijo sonrojado.

-No hay nada que agradecer, y mejor ya vamos a dormir que me muero de sueño- dijo Willy.

Me acomode en la cama al igual que ellos lo hicieron en el sillón.

Mi Complemento - WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora