3. SUFRIMIENTO- THE VAMPIRE DIARIES

CAPITULO DIECISIETE

CAPÍTULO DIECISIETE

Abrí lentamente los ojos, me dolía la cabeza a horrores

—hey— susurró Caroline tomándome de la mano

—Care...— susurre adolorada—¿qué pasó?

— te encontraron después del brindis— murmuro preocupada— estabas sangrando, te trajimos al hospital

— el hospital no me ayudará — gruñi — ¿donde está Damon?

— ocupado — murmuró ella

—¿siquiera ha venido a verme?— su mirada gacha me lo dice todo

—algo pasó y ahora los originales están tras Elena— me explico

Ah claro, normalmente siempre tiene que ver con ella

—quiero irme— me senté

—¡estás delicada!— exclamó preocupada— ni siquiera los médicos pudieron dar con lo que te pasa

—¡por eso mismo ahora tengo que salir de aquí!— exclamé histérica— tenemos que encontrar a Bonnie, ella es la única que puede ayudarme

—¿de que...?

—¡el sello Care!— exclamé — se está haciendo pedazos y me está matando

—no...— susurró ella sin creerlo

— pásame el teléfono— lo tome y marque — ¿si? ¿Bonnie?— tome aire— necesitamos tu ayuda

(...)

Al parecer Bonnie ahora estaba atareada con demasiadas cosas, empecemos por el hecho de que no sabe como lograr evitar que muera

Valla

Me dieron de alto en la tarde así que decidí ir a buscar a Damon, me sentía horrible al saber que no fue a verme aún sabiendo lo mal que estaba

Tal como supuse estaba en el Grill con Rick y Meredy de compañía, a penas me vio apartó la mirada

—hey!— Kol en las barra me llamo— no te quedes ahí sola— camino hacia mi— siéntate con nosotros

Mire de reojo a Damon, con la mirada me decía que no aceptara... pero yo no le haría caso cada vez que le daba la gana

— claro— respondí con una sonrisa sentándome a su lado

Al otro costado Klaus estaba tomando lo que parecía ser un Whiskey

—¿cuanto tiempo llevan aquí?— pregunte divertida al ver los vasos

— casi nos hemos acabado con toda la carta de licores— respondió Kol divertido— y eso que aún estoy sobrio

—me sorprende que aún puedan sostenerse— añadí

—oh, a ella la recuerdo de anoche— murmuró Kol dirigiendo la mirada hacia atrás, donde se encontraba Caroline —se ve deliciosa

—Kol, di otra palabra y te arranco el hígado— advirtió Klaus

Mi amiga se acercó rápidamente a donde estaba, saludándome. Cosa que me precio extraño ya que estuvo conmigo casi... casi toda la mañana

—Caroline— habló Klaus con una radiante sonrisa

—ah, eres tú— rodó los ojos observando al híbrido

—¿tomas una copa con nosotros?— pregunto

—mmm— ladeó la cabeza— preferiría morirme de sed, pero gracias de todos modos