3. SUFRIMIENTO- THE VAMPIRE DIARIES

CAPITULO DIECISEIS

CAPÍTULO DIECISÉIS

Refunfuño por quinta vez mirando los malditos vestidos

—¿qué tal este?— cuestionó Rebekah saliendo con el vestido

Desfiló con una radiante sonrisa

— te queda bien...— murmuré sin ánimo

Ella gruñó

— este es el quinto vestido que me pongo y a todos has dicho eso— se acercó a mi y tomó unos cuantos vestidos— deja la cara larga, toma

Un lindo vestido verde esmeralda se visualizaba

— es que...— suspire— no tengo muchos ánimos para un baile

—¡no lo digas!— chillo dramáticamente— Evelyn Gilbert, vas a tomar ese maldito vestido, te lo vas a probar y sin excusas me ayudarás a elegir el mío — me miró amenazante — lo digo enserio

Rodé los ojos y tomó el lindo vestido, la verdad es que no tenía muchos ánimos de buscar más así que lo compré sin siquiera medirlo

— me gusta como se te ve ese— murmuré girando alrededor de Bekah— te ves increíble

— me lo llevo— me sonrió radiante dirigiéndose a los vestuarios para cambiarse — además. Hace juego con tu vestido — antes de desaparecer

Suspire como por décima vez en el día, desde que Damon prácticamente me dejó plantada por mi hermana... no tenía muchos ánimos

¿Es que acaso Stefan no era suficiente para protegerla? Ni que hecharle un ojo fuese tan difícil

Cuando llegamos a la mansión Mikaelson ya eran casi las seis, tiempo suficiente para que nos arregláramos

—Rebekah, hermana, dime cuán guapo me veo—pidió Kol morándose en el espejo

—ah, Kol— suspiro Bekah— sabes que no puedo ser obligada

— no seas tan tosca— miró por el espejo encontrándose con mi mirada, él sonrió de inmediato— ah, Evelyn no sabía que venías

— tuvimos un día de compras y ahora vamos a arreglarnos— añadió Rebekah tomándome de la mano

— antes de que la secuestres— Kol se acercó a mi— ¿puedo contar contigo esta noche?

Me lo pensé, aún no le había pedido a Matt que me acompañase, además... sería muy entretenido ver a Damon morir por dentro de los celos al verme con un original

— claro— le sonreí— la verdad es que no tenía pareja

— eso es imposible— exclamó— después de todo... eres hermosa

— ¡puedes dejar de coquetear con mi amiga!— bufo Bekah mientras que yo ocultaba el sonrojo — me enferma

Antes de que Kol pudiese contestar la puerta de la mansión se abrió de golpe dejando ver a un furibundo Klaus

— ¿fuiste por Elena?— inquirió molesto mirando a su hermana — ¿que sucede contigo?

— aquí vamos— murmuro Bekah rodando los ojos

—¿quieres otra daga en el corazón?—amenazo acercándose más a ella

— ¿otra vez amenazando con la daga?— cuestionó Kol divertido—¿no tienes otro truco?

— oh, vuelve a mirarte a ti mismo— espectro el híbrido

No quedaba mucha paciencia

— ¿y tú quien eres?— Kol le miró amenazante—¿mi padre?