Erfreuliche Folter

14.

Nagini odiaba meterse en problemas humanos, solamente interviniendo cuando se trataba de Tom. Observó detenidamente a la pareja de su amo, siempre incapaz de dejarlos de comparar. —Eres mío. —Le escuchó decir a uno de los seguidores de Tom. —Y yo no permito que toquen lo que es mío, eso Tom lo sabe muy bien.

— ¿Y no crees que posiblemente el Lord te esté engañando, muchacho estúpido? —El hombre, furioso, le replicó, temblando visiblemente y casi a punto de derramar algunas lágrimas.

—No puede hacerlo. —Harry aseguró, Nagini asintió completamente de acuerdo. —Además, si hablamos de engaños, fui el mejor en ello. Absolutamente todos ustedes creyeron en la perfecta y asquerosa fachada que les presenté del niño-que-vivió, ¿Acaso te imaginaste que en realidad era un jodido desquiciado? Por supuesto que no. —Ante eso, Nagini soltó una risita. En su mente, la palabra "desquiciado" sonó muy divertida.

Rió un poco más cuando el amante de su señor le miró mal. —Potter...

—Es Lestrange. —Corrigió por milésima vez, rodando los ojos.

—Lestrange. —El hombre, infeliz, le nombró. — ¿Crees que es correcto lo que haces? ¿Crees que tus padres estarían orgullosos de tu actitud?

—Lo están. —Harry sonrió. —Mamá y papá se la pasan expresando su orgullo cada tanto, hasta el tío Rabastan...

—Sabes que estoy hablando de James y Lily Potter, así que déjate de cuentos.

Los ojos de Harry se opacaron un instante. —Ah, hablas de... Ellos. —Suspiró, aburrido. —No sé qué quieres que te diga; ni siquiera los conocí. Bellatrix y Rodolphus han hecho un excelente trabajo reemplazándolos, así que no me atormento pensando qué pensarían ellos de mí si vieran en lo que me he convertido, es lo último que pasa por mi mente.

— ¡Tus padres se sacrificaron por ti, muchacho tonto! ¡Ellos murieron por protegerte! ¿Es así como agradeces sus actos? Eres peor de lo que James Potter alguna vez fue. —Harry miró con excesivo aburrimiento al hombre, como si esperara que dijese tal estupidez.

—Los Potter fueron unos idiotas al creer que podían ganarle a un mago tan poderoso como lo es Tom. —Se encogió de hombros. —Están muertos ahora, y no me importa en lo más mínimo. No pienso en gente muerta, no siento la necesidad de agradecer su noble sacrificio. Su terrible circunstancia fue la que ocasionó que viviera con unos asquerosos muggles, los cuales me convirtieron en lo que soy. ¿Crees que serviría retractarme de mis acciones ahora, a estas alturas? Ciertamente sería muy ilógico, profesor. Estoy orgulloso de lo que soy y de lo que hago, y no voy a permitir que cualquier persona venga e intente que me mortifique por ser quien soy.

Aunque a Nagini no le caía en lo absoluto Harry, siseó gustosa por sus palabras. —Horrible cría, lo estás haciendo bien.

El ojiverde arrugó su nariz al escuchar tales palabras. —Oh, cállate, maldita serpiente.

—Realmente tú... —Los labios de Snape temblaron. Lily, su bella Lily se había sacrificado por el niño que estaba frente a él, ¿En qué momento pensó que era buena idea unirse al asesino de sus padres? Era un poco hilarante, devastador, el asunto. Sin embargo, su deber era cuidarlo, apoyarlo, protegerlo, así que suspiró para señalar su rendición. —Está bien, te seguiré. —La sonrisa que surgió en el rostro del chico le provocó muchos escalofríos y terror.

Todo lo hacía por Lily.

TMR/HP

Después de entrar a su habitación y recostarse en la cama, Lord Voldemort sostuvo fuertemente a su amante de la cintura y hundió su cara en su cuello. Estaba harto de la estupidez de sus Mortífagos, eran tan idiotas.

Gruñó, mordiendo suavemente las clavículas del chico, desconectando su mente para no pensar más en ellos. Sintió a Harry reír suavemente, al igual que escuchó los suaves siseos de Nagini quejándose del ojiverde. Todo era un desastre. —Podríamos atacar Hogwarts... —Musitó quedamente, cerrando sus ojos.

—Definitivamente no. —Harry le contestó, nada contento con la idea.

A veces, Tom no sabía qué le pasaba. Cuando estaba con su bello amante a solas, las ganas de ser mimado y comportarse como un niño consentido superaban su raciocinio. Ciertamente eso le irritaba en demasía, nada que una buena ronda de sexo no pudiese arreglar. —Pero yo quiero atacar Hogwarts. —Harry rodó los ojos, golpeándolo suavemente en la frente. Riddle gruñó.

—No te permitiré hacer tal cosa. Hogwarts es mío, y nadie toca lo que es mío; lo sabes. Si lo atacas, matarás a muchas personas que son de mi propiedad, y me voy a enfadar demasiado contigo. No queremos eso, ¿Verdad? —Las mordidas subieron de tono, Harry casi se deshace en los brazos del mayor. —P-podrías poner al profesor Snape como director y algunos de tus mortífagos serían su apoyo. Pero... —Suspiró, a duras penas capaz de controlar las placenteras reacciones que su cuerpo tenía ante las acciones del Lord. —Pero en lugar de hacer un desastre de lugar, se enfocarían en subir el nivel académico de la escuela, lograr que sea la mejor de todas. Ayudar a los nacidos de muggle a integrarse al mundo mágico, demostrar por qué somos el mejor bando. Y mientras tanto... —Maldijo en voz baja cuando Tom acarició su erección por encima de su ropa.

— ¿Y mientras tanto qué? —Riddle susurró juguetonamente en su oído, chupando el lóbulo de su oreja segundos después. Harry gimió audiblemente.

—Mientras tanto te apoderas del ministerio. Ahora que tienes un nuevo rostro y luces excesivamente bien, la gente definitivamente te amará. Sólo actúa con encanto y... ¡Ah! Cambia un pocos tus enfoques y el mundo será tuyo.

Tom se detuvo, analizando las palabras de Harry por milésima vez. Relamió sus labios, ¿Cuántas veces su amante la había dado el mismo discurso? En el fondo, muy en el fondo, sabía que tenía razón, pero nunca lo admitiría en voz alta.

En lugar de darle una respuesta apropiada, atacó los labios del menor, besándolo con dureza, desesperación y pasión. Ya tendrían otra ocasión para discutir sobre eso.