En el colegio.
Todos estaban en clases de educación física, trotando para entrar en calor.
Adrien, iba por delante junto con Kim y Alix que eran los únicos que le seguían hablando del beso que le dio a Marinette, pero no para que se haga cargo, sólo lo estaban molestando.
El profesor, que estaba por preparar las cosas mientras sus alumnos entraban en calor, sin querer, se le cayó una pelota, la cual fue rodando e hizo tropezar a Adrien quien andaba distraído.
Todos se detuvieron al oír una fuerte y dolorosa caída mientras Kim agarraba la pelota.
-No se preocupen, la pelota no se hizo nada.- exclamó el deportista, siendo ignorado.
Adrien se sentó en el suelo, mientras se tocaba la rodilla.
Genial, lo que le faltaba.
-¿Estás bien, hermano?- preguntó Nino, acercándose preocupado por que Adrien aún no se ponía de pie.
El rubio, lo miró con una sonrisa forzada.
-No es nada... sólo me golpe la rodilla.
Explicó mientras el profesor se acercaba y miraba en dirección de Marinette, quien se estaba levantando del suelo ya que también se cayó pero no le habían dado importancia por que era común en ella.
-Señorita Dupain-Cheng, acompañé a Adrien a la enfermería.
Ordenó el docente, mientras Marinette miraba a Adrien quien desvió la mirada.
Las cosas seguían algo incómodas entre ellos.
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En la enfermería.
Como la enfermera no estaba, Marinette se puso a tratar la herida de su amigo, y una vez terminó, se sentó en una silla, delante de él.
-No te preocupes, puedes volver a clases, sólo me lastime Midoriya.
Bromeó el chico pero la azabache lo ignoro y se inclinó ligeramente, mientras bostezaba.
Gracias a que Hawk Moth no conoce lo que es dormir, tuvo que estar casi toda la noche peleando con un akumatizado y solá ya que Chat noir no apareció.
La peliazul, cerró sus ojos y movió ligeramente su cabeza, intentando perder el sueño.
Debía encontrar una forma segura de comunicarse con Chat noir, como civiles, sin descubrir sus identidades.
Pelear ella solá era muy agotador.
Marinette, sintió algo acariciar su mejilla izquierda, abrió los ojos y se sorprendió al nuevamente, estar sucediendo lo mismo que hace una semana.
Adrien, nuevamente, le estaba dando un beso en los labios, por sorpresa.
Un beso por tentación es algo, pero dos besos ¡éso ya no era algo normal!
Adrien Agreste cayó bajo sus encantos.
Su ternura era una bendición y una maldición.
El chico reaccionó y separó sus labios de los de ella, para ver a su amiga, sonrojada y con una sonrisa nerviosa.
¡¿Por qué la volvió a besar?!
¡Está vez sí fue culpa de Marinette!
La chica lo provocó al cerrar sus ojos y mover su cabeza, delante de él.
Prácticamente, le gritaba que le dé un besó y lo hizo.
Marinette, ya sin sueño ni cansancio, tocó sus labios con las yemas de sus dedos, mientras veía a su amigo de manera tímida.
-Yo... supongo que otra vez es mi culpa ¿verdad?- preguntó ella, con vergüenza.
Adrien, sólo vio como única opción, ponerse de pié para intentar huir como la primera vez que le robó un beso, pero en la entrada, estaba Alya, quien había sido mandada a ver por qué se tardaba tanto Marinette en volver, pudiendo contemplar el beso y está vez, sí pudo reaccionar para sacar una foto la cual ya se las envío a todos.
Adrien, agachó la mirada y se fue, ignorando el dolor de su rodilla, mientras la morena veía a su mejor amiga con una sonrisa burlona.
-¿Le digo al profe que te dio fiebre?
Y así, está vez Adrien no tiene escusa, ya que nadie besa "sin querer" a la misma persona, dos veces.
Continuará...
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¡Hola!
¡Volvi antes de tiempo!
¿No les molesta?
Como no hice progresó en ninguna historia hasta ahora pasé a todo el tiempo que pasó, a pensar hoy en como continuarlas.
Espero que haya gustado el capítulo.
Volveré... como los shipp del cuadro amoroso al oir ése fragmento de la canción de la película.
Futuramente: Adiós Lukanette.
