Un cambio.

6K 1.1K 700
                                    

—¿No te aburres de estar siempre en el mismo lugar? —Deku giró para verlo con una cara de interrogación para después responder.

—No —. No, y honestamente a él tampoco le aburría. Era su rutina, una costumbre, y disfrutaba cada momento que pasaba hablando con Deku en la biblioteca, compartiendo momentos y simplemente disfrutando de la compañía, disfrutando de su amistad.

El problema para Bakugou era el hecho de que él no quería solo eso. Amistad, compañía. Aceptar sus sentimientos para él implicaba estar dispuesto a dar todo por ser correspondido, cosa que no podía lograr si se quedaba enfrascado en una amistad hecha a base de una rutina de estudio. Tenía que buscar hacer algo más o su relación se quedaría en "compañeros de estudio" para toda la eternidad.

—Yo tampoco —respondió y calló dejando que el silencio inundara el cubículo en el que se encontraban.  —¿Pero no quisieras hacer algo más? —Deku lo miró confundido para después hablar.

—¿Cómo que?

—No lo sé. ¿Comer? ¿No tienes hambre?

—Yo... —. Un gruñido de su estómago delató a Deku y Katsuki sonrió.

—Vamos a comer —se levantó de su asiento y se dirigió a la salida sin esperar que lo siguiera. Al instante Deku recogió sus cosas y corrió hasta llegar a su lado.

—¿A dónde vamos? —Katsuki se encogió los hombros y siguió caminando sin dirección aparente. Izuku solo lo miró curioso y decidió que lo seguiría a dónde fuera.

Sé detuvieron en una zona llena de pasto y varios árboles alrededor lejos de cualquier otro estudiante. Su escuela se caracterizaba por sus jardines aunque la mayoría de los alumnos le la pasaba en la biblioteca o en la zona de deportes. Kacchan lanzó al suelo sus cosas con brusquedad y se tumbó en el pasto. Izuku fue más cuidadoso y se sentó con las rodillas cruzadas mirando los alrededores.

—Ya necesitábamos un cambio, ¿no? —Deku asintió sonriente observando cada detalle de la naturaleza que los rodeaba.

—Supongo que sí —suspiró profundamente. Su estómago volvió a gruñir y eso le recordó a Katsuki la razón por la que habían salido. Tomó su mochila, sacó un pequeño bulto de ella y sin nada de cuidado sé lo lanzó al pecoso.

—Come —ordenó. Deku ya estaba acostumbrado a esa actitud brusca de compañero y más que mostrarlo le parecía algo esencial de su personalidad. Con cuidado destapó lo que Kacchan le había entregado y al abrirlo se encontró con un almuerzo completo y perfectamente equilibrado. Sus ojos brillaron con sorpresa y Katsuki solo lo contempló embelesado.

—¡WOW, Kacchan! ¿Tú lo preparaste? —El aludido sonrió con suficiencia y orgullo.

—Por supuesto que sí Nerd. ¿Quién crees que soy? —Izuku río ante tal respuesta, típico de Kacchan.

—Es curioso que me llames nerd señor "mejor promedio de la clase". Comparado contigo soy un irresponsable de primera.

—Tal vez —sonrió travieso. —Pero yo tengo más estilo —presumió jugando con su chaqueta. — ¡Ahora come! Quiero saber cómo me quedó .

—¡Espera! ¿Tu no vas a comer?

—¡Por supuesto que sí inútil! —sacó de su mochila un bulto de comida más. —Solo que dudo que a ti te guste lo picante —. A Izuku le enterneció el hecho de que Kacchan hubiera preparado un almuerzo especialmente para él, le pareció un lindo detalle y lo hizo sentir apreciado. Lo que él no sabía era que el cenizo llevaba semanas preparando dos almuerzos que nunca se atrevía a entregar y que siempre terminaba comiendo solo o regalando a los inútiles de sus amigos.

Izuku comenzó a comer mientras Katsuki tomaba su cámara fotográfica en las manos y comenzaba a fotografiar el paisaje. Era algo que admiraba de él, de toda la clase él parecía el único que sé había inscrito en fotografía por verdadero gusto y no por ser la clase más fácil. Si de aprobar sé trataba esa era el tipo de clase en la que te aprobaban solo por existir. Ni siquiera era necesario asistir, recordó la cantidad de veces en las que solo ellos dos entraban a clase y él solo con la intención de acompañar a su amigo.

Siguió comiendo asombrado por el sabor de la comida. ¡Era deliciosa! Estuvo a punto de elogiar su comida cuando. Clik. Era el sonido de la cámara, Kacchan acababa de tomar una foto, por supuesto él nunca se imaginó que el rubio tenía ahora una foto suya con fideos en la boca y sus mejillas manchadas de salsa de tomate. Adorable, era la opinión del rubio respecto a tal escena y no pudo evitar capturarla con su cámara.

—Esta delicioso.

—Por supuesto que lo está. Yo lo cocine —. Katsuki sonrió con suficiencia aunque en el fondo se alegraba de que el nerd disfrutara de su comida.

Ambos terminaron de almorzar y en lugar de pararse a para regresar a la biblioteca o irse el cenizo se acostó en el pasto y sacó un libro para leer. Deku por su parte sé acercó un poco a él y habló.

—Podemos comenzar a venir aquí si lo prefieres —Bakugo al escucharlo sonrió, su plan de cambiar la rutina parecía tener éxito. Gruñó para darle a entender que lo escuchaba. —En lugar de la biblioteca. Los jardines son más lindos, y tienen aire fresco además esta zona siempre está vacía no hay nadie que nos interrumpa...

Y comenzó. Un pequeño cambio que, Katsuki esperaba, le ayudaría a conquistar su corazón. Sé les hizo costumbre llegar, leer y estudiar un rato. Mientras Izuku hacia su tarea Katsuki tomaba fotografías del paisaje y aprovechaba cada instante en el que Deku se distraía para también tomar fotos de él formando de a poco su pequeña colección. Y una vez terminaban sé disponían a comer el almuerzo que Katsuki siempre preparaba para ambos.

Fue una tarde de otoño a mitad de la semana cuando Katsuki ya no pudo más. Almorzaban juntos como cada tarde, la llegada del otoño provocaba que las hojas de los árboles cayeran rodeando el lugar de una tonalidad amarilla y café.

El viento sopló levantando las hojas secas en el aire y estás rodearon a Deku. El chico reía por las cosquillas que las hojas le provocaban al rozar con su rostro mientras otras se atoraban en su cabello. Fue en ese momento digno de fotografía en el que Katsuki estuvo seguro de que Izuku no podía verse más hermoso.

—Me gustas —habló sin pensarlo pero de una manera fuerte y clara que su compañero fue capaz de escuchar.

—¿Qué? —preguntó confundido deteniendo su risa. Katsuki no hizo nada por negarlo, no era su intención decirlo tan pronto pero tampoco se echaría para atrás ahora que las palabras habían salido de su boca. Al no ver signos de duda o arrepentimiento en el rostro de su compañero Izuku hizo lo primero que se le ocurrió.

.
.
.
Huir.

°•°•~•°•°



EsmeraldaRubi-chan ¡Gracias por recomendar mi historia! Lo vi en el grupo y me emocioné. Es algo que realmente aprecio.


Los quiero mucho.

🌠Reb.

EncuentrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora