bouqué - tαekook/kooktαe

TRES.

[ Madrid. 12 de Mayo. ]

-¡Me cago en..! - gritó Jimin demasiado alto, haciendo que varias personas girasen a mirarle e incluso riesen al ver su cara; se había derramado la jarra de leche en la mano.

El moreno estaba intentando hacerse su propio café, pero no le estaba resultando fácil. El local ya llevaba abierto unas horas, aunque al ser Lunes estaba muy tranquilo.

- ¿Hay algo en este sitio que no sea potencialmente mortal para ti? - preguntó Taehyung divertido al comprobar que su amigo estaba bien -. Deja de intentar vivir y hablar al mismo tiempo, no es lo tuyo.

Este lo miró con algo de enfado.

- ¿Cómo puñetas haces para no derramar nada nunca? Ni siquiera cuando tienes cinco cafés a la vez.

- Solo hay que saber controlar un poco tu cuerpo - respondió limpiando la leche de la barra -, cosa que tú no eres famoso por saber hacer, Park Jimin.

- ¿Eso va con segundas? - y se respondió él sólo al ver la media sonrisa de su amigo -. Nunca se os olvidará esa mierda, ¿verdad?

- Jamás - sentenció el de pelo azul entrando en la oficina.

Por fin había conseguido tener todo perfectamente accesible y etiquetado en aquel pequeño espacio. Taehyung era un poco obsesivo con su propio orden y hasta el día anterior aún no se sentía cómodo allí dentro al tener cosas sin un sitio fijo aún. Por suerte, todos los armarios y clasificadores habían llegado y ahora podía respirar en paz y dejándose envolver por el olor a frutas que envolvía el ambiente, contrarrestando el intenso aroma del café de fuera.

Cogió varios documentos que tenía que llevar a Hobi para que los firmara y salió de nuevo tarareando alguna canción perdida en su mente.

- ¡Taehyung! - gritó de repente su compañero, llegando hasta él y acercándose mucho. Demasiado.

- ¿Tú lo del espacio vital cómo lo llevas?

- ¡Calla! - increpó zarandeándole un poco -. Taehyung, por tu vida, que ha vuelto.

- ¿Que ha vuelto quién? - no estaba entendiendo nada.

- El chico de ayer, el de pelo rosa - le susurró nervioso.

Realmente no estaba entendiendo nada.

- Y... ¿Qué me quieres decir con eso?

- Que no puedo atenderle - explicó Hobi con las manos temblando -. Que se me traba la lengua y parezco imbécil, joder. Por favor, ponte en caja y yo te cubro en la Mastrena.

- ¿En serio me estás diciendo que pareces un perro asustado porque te mola ese chico? - preguntó directamente Taehyung sin poder controlar la risa.

- ¡Que te calles! - gritó el contrario en un susurro, empujándole justo después -. Vamos, tira. Prometo compensarte esto.

En el fondo, a Taehyung le estaba dando mucha ternura, pero no podía evitar reírse un poco de él.

- Igualmente tendrás que decir su nombre y entregarle su bebida - le recordó yendo hacia la caja.

- Mierda... - al menos sólo era una palabra y podría meterse en un agujero y no salir más.

×××××

- Perdona, ¿la hoja de reclamaciones? - escuchó decir desde el otro extremo de la barra.

Jin levantó dos dedos en forma de uve y le sonrió con cara de emoji.