El chico malo

capítulo 26

Maratón 3/5

—Lo siento Charlotte —Me disculpé— el idiota de mi lado siempre llega en momentos inadecuados.
—Necesitamos hablar. —Dijo frío.
—No tengo nada que hablar contigo. —Respondí de la misma forma.
—No estoy de bromas _____. —Su voz cambió a un tono más duro.
—Adiós Charlotte. —Suspiré con fastidio.
—Cuidate. —Y con una sonrisa tomó la fotografía de su mesón para observarla.

Cerré la puerta a mis espaldas y él comenzó a hablar.
—Dímelo en la cara. —Exigió.
—¿Qué? —Pregunté.
—Que soy un maldito criminal sin sentimientos, que solo estás conmigo porque te causo lástima por mi madre muerta. —Soltó y comenzó a derramar unas cuantas lágrimas.
—¿A..Anne.. murió?.. —Cuestioné incrédula, ella fué tan buena persona conmigo..
—Hace días —Mordió su labio inferior—, vamos _____, dímelo, ¡Dímelo! —Elevó la voz.
—¿Quién diablos te informó todo eso?.
—Melisa.
—¿Le crees a esa maldita zo*rra?
—Tenía una grabación.
—¡¿Qué clase de persona editó mis palabras?! —Grité furiosa y con ambos ojos cristalizados— Jamás en la vida diría algo como eso, por más enfadada que esté contigo George.
—No creo que algo como eso sea posible. Jamás creí que llamarías a Gaby una zo*rra de primera, a Snuppy, mi amigo que si quiera a entablado una larga conversación contigo, le has llamado criminal sin vida al igual que a Choco, y a Jay.. dijiste que solo fuiste su amiga por la gran fortuna que poseen sus padres.
—¡George! —Exclamé derramando lágrimas que cada vez se hacían más potentes— ¿Realmente le creerás a ella?.. porfavor.. creeme, nunca diría algo como eso, amo a Anne tanto a tí como a los chicos. —Dije entre sollozos— Y si también estás enfadado por no hablarles, es porque.. porque.. ¡Joder George! ¡Estaba celosa!, verte con Melisa me hacía llorar cada noche y día, y aún más aquel día que te encontré..

No dije más, él me rodeó con sus brazos y susurró a mi oído un tierno “Siempre supe que no eras tú, tan solo quería oírlo de tus propios labios”. Yo lloré en su pecho, mientras que, con un hilo de voz le devolvía el susurro, “Te quiero y nunca, jamás en la vida..quiero perderlos”...

[...]

Cada momento en que nos encontrábamos solos y juntos, era mágico, pero estar con nuestras amistades lo era aún más, como ahora, en mi casa.

—¡Te ganaré Snuppy! —Exclamó George con el control del play.
—Oh claro que no perdedor. —Se defendió este.
Finalmente, todo había vuelto a la normalidad, o bueno, algo así, Snuppy y yo somos más cercanos aún como si de mi hermano de sangre se tratase, con Choco llevamos una linda amistad de mejores amigos junto con los demás. Gaby y  Brandon son novios, cosa que es escalofriante, cuando me lo dijeron, casi muero de paro cardíaco, nunca imaginé a mi hermanastro y a mi mejor amiga saliendo. Y bueno.. George  y yo, no vamos más allá de mejores amigos, es un gran chico y ya no tiene la fama de “chico malo”, ahora es normal, aunque eso nadie se lo cree ya que creemos que es “Un ser no identificado de un planeta desconocido”.
—¿Quieren algo de comer? —Ofrecí rodando por mi sofá.
—Cinco hamburguesas y dos refrescos extra grandes, por favor. —Pidió Jerry y todos reímos, él y su enamoramiento con la comida.
Hace unos pocos días había superado lo de Gaby, ya que el la quería con todo su corazón y de un día a otro, ella comenzó a salir con Brandon. Pero luego lo rellenamos con comida y milagrosamente, las penas se esfumaron.
—Hablando en serio —Reí.
—Cinco hamburguesas y dos refrescos extra grandes, por favor. —Repitió Jerry.
—No Jerry, no. —Sonreí.
—Cinco hamburguesas y dos refrescos extra grandes, por favor. 
—¡Joder Jerry! ¡Pareces disco rayado! —Gritó Snuppy con una risa contagiosa.
—Iré por unas pizzas y..
—Cinco hamburguesas y dos.. 
—Refrescos extra grandes, por favor. —Imité su voz masculina, pero salió algo tan extraño que ni si quiera sabía si ese acento era acento hamster.
—Jay ¿Me ayudas? —Pedí amable.
—Vete a la mierda, _____. Estoy en pleno juego. —Musitó con la mirada fija en el televisor.
—También te quiero. —Dije irónica.
—Yo voy —Se levantó George.
—Pero el juego.. —Dije mientras él me arrastraba a la cocina.
—Estaba aburrido, de todas formas ganaría. —Reí.
—Ibas en último lugar. —Musité y al parecer, los chicos oyeron y rieron conmigo.
—Bien.. ¿En qué le puedo ayudar señorita? —Dijo el con “tono seductor” a lo que yo reí.
—Las bebidas —Sonreí— son dos extra grandes para Jerry y las demás normales son para nosotros.
—¿Es broma verdad? —Rió.
—No no. —Reí— ¿Crees que cinco años siendo amiga de Jerry no funcionan para nada?
—Ahora veo que realmente funcionan. —Sonrió, diablos no.. una simple sonrisa de George, hacía que mi cuerpo actuara nervioso, ser mejores amigos es una cosa, que yo aún esté enamorada de él, es otra totalmente diferente e incómodo.
—Ehm.. ahm.. —Tartamudeé— S.. Sí. —Reí nerviosa— ¿Nos vamos? Tengo las.. — Tropecé, genial, cada vez mejor _____. Cerré los ojos con fuerza para sentir el impacto del suelo contra mi rostro, pero en ves de eso, sentí el tacto de sus extremidades en mi cintura.