1

170 40 2
                                    

Fue cuando tenía 10 años. Hyung fue a recogerme a la escuela, como siempre hacía. Mi madre estaría muy ocupada haciendo negocios con alguna nueva botella demasiado interesante a la vista pero con un terrible sabor. Lo vi a lo lejos, había estado esperándolo por bastante tiempo, no sabía cuánto, pero fue demasiado. Yoongi hyung nunca llegaba tarde por mi, la mayoría de veces llegaba antes de que saliera. Sin embargo él estaba aquí, siempre.

"Hey, te hice esperar mucho. Lo siento, pequeño."

"Está bien. ¿Qué tienes en la cara, hyung?"

"No es nada, vamos." Tomó mi mochila y empezó a caminar hacia nuestro destino, yo lo seguí estando siempre atrás suyo.

Cuando él hablaba, era para decir lo necesario. Aprendí esto con el tiempo, pero antes solía pensar que no hablaba porque estaba molesto conmigo, o simplemente no le agradaba.

Aquella tarde antes de llegar al barrio se tambaleó un poco, perdiendo el equilibrio.

"¡Hyung! ¿Estás bien?" No respondió en seguida, continuó caminando hasta una banqueta donde se dejó caer.

"Sólo necesito descansar un poco. Tu mochila no es tan ligera."

"¡Yo te he dicho que puedo llevarla, soy lo suficiente grande y fuerte!" Su respuesta se limitó a una sonrisa a medias. Solté un suspiro y me senté a su lado. Analicé su rostro, el cual normalmente estaba limpio y sin aquellas horribles manchas rojas. "¿Fueron los del otro grupo?"

"¿De qué hablas?"

"Quienes te hicieron esas manchas en tu cara, ¿los del otro grupo?" Hyung tragó saliva y agachó la mirada

"Fueron..., fueron los del grado superior."

"Oh." Me quedé callado. Nadie se metía con los más grandes, ellos eran la autoridad. Eran poderosos y fuertes, y sobre todo tenían más experiencia que alguien de segundo o primero. "Hyung, cuando crezca te cuidaré de ellos."

Never grow up.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora