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Trabajaba al rededor de doce horas cinco días a la semana, recibía una miseria de pago quincenal y los privilegios que obtenía por acostarme con Seokjin estaban valiendo la pena cada vez menos. Necesitaba más dinero, no podría seguir yendo a la universidad si no lo conseguía, pero maldita sea, los días no tenían más de veinticuatro horas y yo no podía dormir menos de cuatro.  Encima de todo eso me levanté tarde tres días seguidos y en el trabajo me descontaron una semana completa, dijeron que incluso me fue bien.

Maldije cuando al bajarme del autobús tropecé con la banqueta de la calle, maldije las siguientes dos cuadras de camino a casa y me quedé estático cuando fuera de la casa de la señora Jung observé un auto nuevo. Durante toda mi adolescencia jamás me percaté de que tuvieran visitas alguna vez, era extraño ahora. ¿Estaría todo bien? Según sabía, la señora sólo tenía a Hoseok y viceversa.

Ignoré el asunto al recordar mis propios problemas y continué buscando mis llaves en la mochila. Entré a casa sólo para encontrarme a mi padre casi ebrio tirado en lo que quedaba de nuestra sala. No me molesté en saludar y fui a la cocina con el único pensamiento de hacerme algo decente para cenar, y seguramente una porción de ello sería para el inútil sin vida que estaba tirado en el sofá.

En los últimos años tuve nulo tiempo para poder hacer algo que me gustara, ni siquiera sabía si me gustaba hacer algo ahora además de cocinar, ni siquiera se si me gusta porque me gusta o porque solo es de las pocas cosas que me salen bien.

Maldita sea, no era una buena semana. Bufe luego de pensar en ello. Sólo no era una buena vida, tan simple como eso.

Escuché la puerta principal abrirse, una discusión de la que no me importaba descifrar los sonidos, y una botella rompiéndose contra la pared, maldito infierno.

"Tu papá se tropezó camino a su habitación." Dijo Seokjin entrando a la cocina, no me molesté en voltear a verlo.

"Mh." Me limité a responder.

"¿Qué pasa? ¿Es tu forma de saludarme?"

"No vas a conseguir nada de mi hoy." Le escuché soltar un suspiro mientras tomaba asiento en la pequeña mesa al centro de la cocina.

"Vi a tu amiguito. Su madre le regaló un auto por su cumpleaños o alguna mierda."

Ignoré sus palabras hasta que luego de unos minutos tuvieron sentido.

"¿Hablas de Hoseok?"

"Ah, sí, Hoseok. ¿Lo felicitaste? " Sonrió divertido, Jin sabía la historia y le parecía graciosa. A mi también, si volteaba al pasado y lo veía como lo que fue, una loca homofobica queriendo proteger a un niño del asqueroso y muy gay Min Yoongi. Rodé los ojos soltando una pequeña sonrisa.

"Por supuesto que lo felicité, me aseguré de estar diez millas lejos de la señora Jung, obvio." Dicho esto, un segundo después  Seokjin estaba a mi lado, juntando su cuerpo demasiado al mío.

"¿Sí? ¿Qué tipo de felicitación fue?" Estuve aturdido por algunos segundos apenas sentí sus manos acariciar mi abdomen y sus labios  besar mi cuello. "¿Se la chupaste bien? ¿Vas a mostrarme cómo lo hiciste?"

Con mis codos golpee sus costillas. "No seas asqueroso, es un niño." Él terminó por alejarse de mi, aún parecía estar divirtiéndose.

"El niño está enamorado de ti, siempre está espiándote. Nosotros podríamos aprovechar eso."

"Nosotros no vamos a hacer una mierda. Seokjin, estoy cansado, lárgate."

De alguna forma lo terminé convenciendo, una hora después estaba sobre mi cama sin poder dormir. Odiaba estas noches, cuando pensaba demasiado, qué iba a pasar el día siguiente y si tendría dinero suficiente para comer, sacar copias de libros prestados de mis compañeros, cómo leería toda la información que se supone tendría que saber para mañana, y las jodidas exposiciones frente a 50 personas que me ponían nervioso como nunca había estado. Solté un suspiro, sentía la respiración faltarme y me levanté para abrir la ventana y tomar un poco de aire esperando que eso me relajara.

Jung Hoseok de 15 años estaba sentado sobre el cofre de su nuevo auto, mirando directamente a mi ventana. La ansiedad se sintió peor y corrí las cortinas de inmediato.

Jamás me importó que supiera que era gay, o por qué su madre decidió alejarlo de mi, o por qué yo lo acepté, solo dejé estar las cosas pero esa noche incluso eso empezó a preocuparme. Su mirada me hacía sentir juzgado. En más de una ocasión me ha visto besandome con Seokjin, peor aún, el presenció una de aquellas veces.

Era estúpido y sin remedio. Si a mi dejó de importarme, ¿por qué lo haría alguien más?
Jamás alguien intervino para ayudarme cuando Seokjin abusaba de mi, además de Hoseok, pero era un niño -lo sigue siendo-.

La ansiedad termina por hacerme llorar, boca bajo sobre mi cama, mis rodillas dobladas y mis manos tapando mis oídos, pero los pensamientos no se detienen. Necesito ir a terapia, pero eso tomaría mucho dinero y tiempo y no tengo nada más para dar.

Consigo dormir una hora antes de empezar otro maldito día.

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Estuve viendo en las clases de la licenciatura lo que los trastornos de ansiedad implican, espero abordarlo correctamente así como opciones de tratamiento.

Escribí eso como hace más de un año y ya ni estudio psicología pero de todos modos, haré mi esfuerzo 🥺.

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⏰ Última actualización: Mar 25, 2021 ⏰

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