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023. Tony Stark

BASADO EN AVENGERS ENDGAME.

•••

Lo que sea necesario.

Tu vida volvería a la normalidad si todo estaba como antes, ¿cierto?

No podías dejar de pensar eso y simplemente el hecho de reflexionar un poco sobre ello te carcomía.

—¿Qué tanto piensas? —pregunta Tony, quien llegó de la nada a la pequeña casa que tenían.

—Mañana no llegaremos a la hora de la cena —murmuras riéndote con preocupación. El toma asiento a tu lado y niega con la cabeza.

—Puede que mañana no, pero tenemos aún más días por delante cariño —el amor de tu vida acarició tu mano y te abrazó.

—Parte del viaje es el final —Tony me mira a los ojos —, y me alegro de que hayas estado conmigo hasta el fin.

—Te amo, Anthony.

—Te amo, por siempre.

Y se besaron, sin saber que sería uno de sus últimos besos.

♡♡♡

La lucha era inacabable,  salían más y más de esas criaturas y tu energía casi terminaba, pero no dejaste que te vencieran, tenías que luchar para acabar con Thanos y dejar que Tony descansara después de tantos años.

Mientras que usabas tu don para asesinar a los enemigos cercanos a ti con tu canto, notaste que Carol forcejeaba con el titan, el cual la golpeó pero no movió ni un centímetro a la rubia hasta que le lanzó la gema del poder y eso la impulsó demasiado lejos de él.

Y tus nervios aumentaban al ver que Tony miraba a Strange, haciendo que tu corazón se preocupara.

Viste que Tony se abalanzó contra Thanos, así que rápidamente trataste de llegar a su lado.

Te asustaste al ver que el enemigo decía con orgullo "yo soy inevitable" y gritaste un "¡no!" al ver que chasqueaba los dedos.

Pero no tenía efecto, a lo que sonreíste, hasta que viste a Tony llenándose de energía con las gemas y el guantelete que creó.

—¡¡Tony!! ¡¡No lo hagas!! —gritaste, llorando.

Él te mira y sonríe de lado.

—Te amo, señora Stark —murmura.

Esbozaste una sonrisa triste, pero dejaste de moverte y cantar cuando viste que miró fijamente al titán loco.

—Yo... Soy...—se detiene por unos segundos— Iron man.

Y esta vez sentiste el efecto del chasquido.

Viste como la tropa de Thanos desaparecía hecha cenizas, y el ser murmuró algo que no escuchaste y no le tomaste importancia.

Sin dudas trotaste hacia Stark, y tocaste su rostro.

—Ya ganamos, cariño, ya puedes descansar —murmuras con lágrimas en tus ojos.

Pero él no podía hacer nada.

—Te amo muchísimo. Te amo como a nadie, te amo, te amo —susurraste contra su pecho, hasta que notaste como su corazón se apagaba y con ello tú alma.

Estabas sola.