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Dejo su paraguas en la entrada, tratando de ser silencioso, sabía que no eran horas de ir a casa y no quería molestar a su pareja...
Había entrado a su habitación, la que ambos compartían.
Se encontró con dos figuras desnudas, acariciandose cariñosamente mientras sus jadeos y gemidos evidenciaban lo que ocurría.
Él, siendo considerado había decido guardar silencio para no despertar a su pareja aquel día que había podido volver temprano de la cafetería.
Sus ojos se abrieron sorprendidos mientras lo observaba...
Aquella cabellera azabache siendo acariciada y jalada por delgados y pequeños dedos femeninos.
Se mantuvo en silencio, la chica rápidamente grito al percatarse de su presencia.
–¿Que demonios haces aquí? – hablo Craig con molestia, mirándolo fijamente.
La joven se desconcertó... El rubio muchacho observándolos la hizo sentir pena.
Su cara de shock fue reemplazada por una de dolor, salió inmediatamente de la habitación y ambos pudieron oír la puerta cerrándose ruidosamente.
Tucker suspiró con fastidio y comenzó a vestirse, mirando a aquella mujer con algo de frustración.
–Lo lamento Annie, será mejor que te vayas... –

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