"No se que hacer... Me siento realmente acorralado... A veces he llegado a temer por mi propia seguridad... El de verdad es aterrador... No se que debo hacer... Tengo muchísimo miedo de que el vuelva a golpearme... La vida ha sido difícil, pero lo amo... Se que... Si me esfuerzo y soy un buen novio, las cosas saldrán bien... Esa es mi esperanza...
Quiero creer que Craig aun me ama y podemos arreglar esto... "
Tweek había estado escribiendo en un pequeño diario un montón de entradas parecidas a aquella...
Tenía que ser creíble.
Si algo le pasaba, si cualquiera veía su entorno, debía haber más pruebas de que Craig era el malo.
Debía haber más pruebas.
Se había raspado las muñecas y los tobillos con amarres de cuerdas o a veces corbatas.
Había dejado de comer como solía hacerlo, el hecho de verse más demacrado le daba credibilidad a Tweek, le daba un bonus ante sus conocidos.
Sobraba decir que había apartado a todos de Craig, que era imposible que alguien se acercara a él a menos que fuera con la intención de reprocharle algo.
El pelinegro ya tenía estrictamente prohibido relacionarse con cualquier persona que no fuera él.
Debía reportar su estado y donde se encontraba a determinadas horas.
Estaba todo perfectamente calculado, estaba todo en su lugar.
Por las tardes, Tweek volvia a casa y se mantenía cerca de su novio, Craig estaba obligado a abrazarlo y mimarlo en todo momento...
A cumplir cualquier capricho que el tuviera.
Ese día en particular, deseaba hacer algo que ellos jamás habían hecho...
Miro a su novio en la cama, acechandolo con sus ojos desde el suelo donde se encontraba sentado.
–¿Que? – hablo Craig sorprendido, bajando el libro que estaba leyendo, Tweek sonrió sutilmente.
–¿Me quieres? –
Craig guardo silencio y sostuvo la mirada con temor... Si... Le temía...
–Sabes cual es la respuesta correcta a mi pregunta... –
–Te amo cariño–
–Buen chico... –
Subió a la cama y se acerco peligrosamente a Craig, a su rostro, bajando el libro que tenía por completo, poniéndolo tenso de inmediato...
–Tweek no–
–Oh vamos... – dijo comenzando a besar sus labios con suavidad, Craig comenzó a incomodarse cuando el peso del cuerpo de Tweek se hizo evidente sobre él.
Se frotó de manera indecente en su regazo, Craig lo sujeto, tratando de parar aquello.
–Tweek por favor no, no quiero esto... –
–Oh... Se que quieres... Yo te quiero, tu me quieres a mi... Creo que esto no esta a discusión, somos una pareja perfecta ¿recuerdas? –
El pelinegro se quedo petrificado cuando Tweek se desistió frente a él y comenzó a deshacerse de su ropa.
–Por favor no–
Tweek sonrió mientras se acercaba a besarlo suavemente, solo para terminar mordiendo su labio con fuerza y jalandolo hasta obtener un gimoteo adorolorido y desesperado.
–Podemos hacer por las buenas... O puedes hacerme enojar de nuevo... –
Sintió una gran impotencia... ¿Que se suponia que debía hacer ahora?
Decir que no.
Eso era lo que debía hacer.
Debía largarse y no dejar que aquello ocurriera.
Pero la cara incrédula de sus conocidos le vino rápidamente a la cabeza...
La sonrisa de Tweek al estar en aquella zona sensible...
Lo hizo querer suplicar por que aquello se detuviera.
No quería hacerlo.
No deseaba nada parecido.
Pero ahora... Ahora no tenía voz en aquella situación.
Era un títere...
Un pobre diablo destinado a ser una sombra de lo que solía ser...
¿Quien era Craig Tucker ahora?
Pues... Justo en ese momento... Era el joven que miraba el vacío intentando no recordar nada mañana.
Deseando no ser la persona que estaba pasando por eso...
Imaginandose en un millón de sitios distintos cuando sentía sus caderas y su miembro doler por la fricción y su notorio rechazo a aquello...
Su expresión vacia era apenas acompañada por una respiración algo agitada.
¿Por qué le sucedía esto a él?
Deseo no estar ahí....
Deseo no ser Craig Tucker.
Aunque fuera ese momento...
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Punto Muerto
FanfictionDeja de llorar de una maldita vez. Siempre supiste que esto era una mentira. Las cosas no iban a ser perfectas nunca, ni siquiera normales. Tu farsa se terminó. Ahora, quítate esa máscara y sigue con tu vida. -No, no lo creo- sonrió.