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Ya pasaba una semana de lo que había sucedido, era extraño que nos comportaramos de forma tan inmadura por sólo eso. Después de todo ambos habíamos sellado el contrato con Nanami y precisamente Tomoe, según los relatos de Nanami, lo habían repetido en varias ocasiones.

Perdí el contacto casi por completo con mis amigos, o antiguos amigos. No me supuso un gran problema realmente, ya que no es bueno forzar algunas cosas a veces... Dios, no puedo creer que yo en el pasado pensara eso, no tenía tantas ambiciones.

De todas maneras en una de esas noches donde el frío no me dejaba dormir, simplemente preparaba un té y me sentaba desprolijamente a ver las estrellas.

-si me viera así mi diosa, ¿qué diría...? ¿Qué piensa usted, señora mía?-me repetía a mí misma, primero me preguntaba cómo Nanami me vería, más tarde pensaba en lo que diría más bien mi antigua ama.

A veces me sentaba con las piernas abiertas, con las piernas cruzadas, me acostaba en el suelo o hacía estiramientos por alguna razón. Mis charlas con la luna concluían con una reverencia.

-agradezco sus escuchas.-susurré inclinada sobre mis rodillas. Oí pasos.

Mi espalda se mostró erguida pretendiendo conservar mi fachada seria y recta.

Creo que a día de hoy me sigo preguntando qué diablos fué eso, pero no me lo explicará jamás, por lo que me conformo con lo que oí, vi y sentí aquella noche.

Para explicarme mejor, Tomoe me tomó del cuello de la camisa que estaba usando y me besó ésta vez él. 'Solo planeaba una revancha, bola de pelos', me dijo al soltarme.

-¿qué?-pregunté, no solo a él, también a mí. Él solo se dio la vuelta para ver hacia la luna-. ¿"Bola de pelos"? El zorro eres tú, Tomoe- le dije levantándome. -cállate.-

°Revisado y Editado°

˗ˏˋSintax Errorˎˊ˗  [Kamisama Hajimemashita]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora