Capítulo 4

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Los pasos que daba con cada segundo eran impresionantes, mis pasos reflejaban mi ansiedad por ver de nuevo los ojos de mi amado. Lo necesitaba conmigo, lo quería a él.

Un extraño hormigueo vino a mi cuando me encontraba frente a su habitación, algo se sentía diferente, raro. Suspiré y tomé la perilla, decidida a abrir, el sonido de mi celular me detuvo. Mire la pantalla “Tío” decía, suspiré y contesté.

-¿Qué ocurre? – pregunte, realmente no quería entablar esta conversación

-Seguramente ya lo sabes pero no quiero que lo veas – escuche del otro lado

-¿Por qué no lo haría? Lo amo, es mi novio y lo he extrañado demasiado. – hablé en un tono algo elevado, suspiré para calmarme. Un mareo vino de repente

-No quiero que empeores tu estado, ___, no estás bien, cada semana tu cuerpo se debilita un poco más. A esta altura, se me hace raro que no te estés sintiendo mal – Dijo. Suspiré, de hecho, él no sabía que estas semanas el vómito y el dolor de cabeza casi siempre estaban presentes - ¿No te estas sintiendo mal? ¿Verdad? – trague hondo y negué con la cabeza, pero claro, él no podía verme.

-Estoy bien, ahora, voy a colgar – escuche un “Espera por favor” pero era demasiado tarde, yo tenía algo que hacer, verlo a él, sentir de nuevo a mi novio, al amor de mi vida. Suspiré y una sonrisa se dibujó en mi rostro. Tome de la perilla y la hice girar. Al abrirla, ahí estaba él, con el ceño fruncido, y los chicos estaban algo congelados.

-Brandon…- susurré y negué lo que había visto, corrí hasta él y lo tomé en mis brazos. Las lágrimas brotaron de mis ojos. Me separé confundida al no sentir los brazos de Brandon rodearme o atraerme hacia él. Lo miré. - ¿Qué pasa? – pregunté. El me miró determinadamente y pude notar como un pequeño sonrojo en sus mejillas.

-Es que…- me miró de nuevo, frunciendo el ceño y suspiró- …no te conozco. – ¿Cómo? ¿Él qué?

-Brandon, no juegues por favor – aún seguía llorando, pero ahora las lágrimas no representaban felicidad, eran tristeza. Mi tío me lo había dicho, dijo que esto podía pasar.

-Lo siento- él tomo mi mejilla en su mano y la acarició – pero no puedo recordar tu bello rostro – susurró, me giré quitando su contacto con mi piel. Miré a los chicos quienes estaban aún congelados, sentía como todo ya no tenía sentido para mí, él... no me recordaba. De pronto, todo se volvió negro, todo se volvió un vacío. Mentía, mi vida ya no era nada.

Livin in the Shadows (Brandon Meza) [2da. Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora