Livin in the Shadows (Brandon Meza) [2da. Temporada]

Capítulo 12

Mientras Ruso encontraba el consuelo de alguien, en alguno de los pasillos de aquel hospital, el corazón de una chica dulce y castaña, estaba siendo torturado al ver la escena de amor que jamás quiso o deseo ver. Brandon y Sonia unían sus manos como cualquiera pareja lo hacía, mientras que él sonreía de la mejor manera que había, la sonrisa de un hombre enamorado.

Narra ______~

Sonia salía por fin de la habitación del chico que amaba, y en la cual debería ser yo la que estuviese ahí.

-¿Qué crees que haces? – pregunté a la chica que tenía en frente.

-¿Eres ___? – Preguntó, asentí con la cabeza – Mira, yo sé que él y tu están juntos, pero él no te recuerda

-Eso no te da el derecho de venir aquí y arrebatármelo- dije en un tono algo molesto.

-Lo sé y lo lamento ___, enserio, pero aun lo amo y haré lo posible por recuperarlo –Intento caminar pero no lo permití.

-Tu no lo amabas, lo engañaste – dije en un susurró, ella movió mi cuerpo en un pequeño golpe de hombros.

-Y fue un error que no volveré a cometer – dijo y caminó. No podía creerlo, estaba furiosa conmigo mismo y con Brandon.

¿Por qué en este momento tenía que olvidar todo? ¿Por qué no recordaba el dolor que esta chica había dejado en él y venía a mis brazos donde el pertenecía? ¿Por qué amarnos no podía ser más fácil?

Miré de nuevo la habitación del chico que robaba mis sueños y recargué mi cabeza en la ventana de esta.

-¿Te dejo ir o lucho por ti? – me pregunté a mi misma. La sonrisa de Brandon me hizo sentir las mariposas que siempre sentía cuando estaba con él. Se veía tan feliz, un vacío se sintió en mi interior. La idea de alejarme y que él no me recordará podría ser lo mejor, así el no sufriría cuando muriera pero jamás me perdonaría hacer eso ¿o sí?

Karla Portle ~

Las pequeñas gotas de la lluvia pegaban en la ventana, mis emociones estaban confundidas, la felicidad y la tristeza invadían mi ser. No podía creer lo que sucedía, en la mesa estaba la prueba que confirmaba mis sospechas, estaba embarazada y lo que hacía más horrible mi realidad, la prueba de la infidelidad de Snuppy.

La puerta de la casa se hizo escuchar, mamá menciono un “Abriré yo”, la voz de Manuel era presente, y mamá reía, hace mucho tiempo que no la escuchaba, y no tenía por qué reclamarle. Me alegraba escucharla reír, desde que mi hermana está en coma lo único que escucho son sus sollozos en la noche, y como no sentirse mal, si tu hija está muriendo poco a poco.

-¿Dónde está? – preguntó Snuppy

-En la cocina – respondió mamá.

-Gracias… - dijo Manuel, o fue lo que escuche antes de romper en lágrimas.

Sus pasos eran cada vez más cercanos a mí.

-Karla… - susurró Manuel, se acercó a mí y me tomo en sus brazos - ¿qué sucede? – preguntó, mis lágrimas hicieron lugar a los sollozos.

-¿Por qué lo hiciste? – pregunté, el me alejó un poco de él, limpié mis lágrimas y caminé hasta la mesa. Snuppy me miraba raro, acerqué la prueba de embarazo y la foto. Manuel estaba impactado, no sabía si sus lágrimas eran de felicidad o de arrepentimiento.

-¿cómo…? – intentó formular

-Te seguí, no preguntes porque, lo hice porque eras más distante cada vez, y sobre el embarazo… si quieres puedes hacerte responsable, no te obligaré a nada – dije, le di la espalda, no podía ver su rostro, la traición era algo que no soportaba y él lo sabía pero no le importó.

-Karla… lo lamento tanto yo no… - sus lágrimas se hicieron más presentes – perdóname por favor – escuche en mi oído, él había caminado hacia mí.

-Sabes que no lo haré – dije con la voz entre cortada.

-Jamás quise hacerlo pero… - calló, y suspiro. –No debes perdonarme, lo sé, pero solo quiero estar a tu lado, eres lo más perfecto que tengo.

-Debiste pensarlo cuando tus manos tocaban su piel – dije, mis sollozos estaban controlándose- Vete Manuel, vete ahora. – pedí

Suspiró y besó mi cabeza, una lágrima resbaló por mi mejilla. –Me haré responsable – dijo y el sonido de la puerta se escuchó. Recargué mi cuerpo por la pared hasta llegar hasta el frío suelo. Mis piernas ocultaron a la perfección mi rostro y las lágrimas salieron.

La vida de alguien corría por mi cuerpo pero eso no me importaba ahora, pues mi corazón había sido arrancado dejando un hoyo negro en mi interior.