Por sí mismo, Jerry no podía creer las palabras que su amiga acababa de mencionar, el impacto de esas palabras lo hicieron derrumbarse en el piso, de la habitación de su esposa, y en su mente solo daban vuelta aquellas palabras “Tengo leucemia”. Y fue cuando empezó a sentir como la vida les estaba dando una apuñalada por la espalda y fue cuando empezó a maldecir. Mientras que ___ tenía en su pecho, la cabeza de su amigo, sus brazos le daban a Jerry un consuelo y una de sus manos buscaba acariciar el cabello de él. El silencio era algo existente, y ___ no quería sentir la lastima de su amigo, o como ella lo consideraba ya, un hermano.
-___...- susurró Jerry- ___- volvió a repetir, entre mis pensamientos, las palabras de Jerry, aún no habían sido captadas, desperté de mis pensamientos
-¿Qué pasa?- pregunté, Jerry suspiro con fuerza
-¿Quién lo sabe?- pregunto, su tono decía que tenía miedo, y calculaba esa respuesta ya
-Mi padre, Ruso y…- suspire- y ahora tu- finalicé
-Gracias por confiar en mí- susurró, asentí y besé su cabeza. Jerry se levantó del frío suelo y me ayudo a repetir su acto.
-Jerry hay algo que no mencioné- susurré, mi mano se recargo en su pecho, e impidió su paso, me miró. –Estoy embarazada- susurré, una sonrisa y un abrazo por parte de mi amigo recibí como forma de respuesta
-Serás una excelente madre- susurró. Mi corazón sintió como se estrujaba, claro, Jerry no sabía que moriría en tan poco tiempo y sus palabras solo causaron en mí una sensación desconocida. Era algo combinado con orgullo y tristeza pero al mismo tiempo con una anhelación a volver a escuchar esas palabras.
-Me encantaría serlo- susurré esperando que Jerry no encontrara el sentido de mis palabras.
-¿Y qué harás?- preguntó, sabía a lo que se refería, Brandon.
-Voy a…- mis palabras fueron interrumpidas por el sonido de la puerta, una hermosa joven de cabello castaño entro por esa puerta con una sonrisa en su rostro, y a su lado, un hermoso bebé.
-Thomas…- susurré y me acerqué a Karla. Era la primera vez que conocía este rostro, sabía que él estaba bien, pero nunca quise acercarme a él, no quería creer, pero así lo pensaba. Lo culpaba a él por el estado de mi amiga, pero todo había cambiado al ver esa sonrisa y esos hermosos y grandes ojos azules. Lo tomé en mis brazos y lo abrace con fuerza- Lo siento, perdóname- susurré, en un tono inaudible, nadie había escuchado, lo que me parecía perfecto.
-Era hora de que se conocieran- susurró Jerry mientras se acercaba a Beatrice- Quizás también es hora de que lo conozcas amor, cada día se parece más a ti – susurró, mi corazón se estrujo, y me hizo reflexionar. Jerry luchaba por su amor cada día, mantenía la esperanza. Thomas pasó de mis manos a las de Jerry.
-Lamento la tardanza, me encontré con tu padre- me señalo Karla- creo que le agrada, no dejaba de reír- sonreí al escuchar sus palabras y pedí permiso para salir, aunque no fuera necesario.
-Te contaré después- susurré en el oído de mi amiga dormida y besé su frente.
Jerry me había dejado pensando, creo que ya era tiempo de luchar por mi felicidad, aunque no fuera permanente, de luchar por el amor. En un futuro, quizás Brandon me agradecería después. Mi paso me llevó hasta su habitación. Brandon y Sonia reían plácidamente, sonreí al verlo tan feliz, el notó mi presencia y me saludo. Hice un gesto, una mirada de advertencia a Sonia. Nadie me quitaría el amor de ese hombre, nadie. Ella esquivó mi mirada, cosa que motivo a Brandon a reír. En el fondo, si Brandon no me recordaba, lo haría recordar cada instante junto, lo volvería a enamorar, el no merecía vivir en las sombras.
Me alejé de ahí y caminé hasta el consultorio de mi tío. Toqué mi panza antes de entrar.
-Estarás bien con tu padre, él te amará tal como te amo yo- susurré y giré la perilla del consultorio para ver a mis dos hombres. Mi tío y mi padre, los acompañantes de mi enfermedad, mis salvadores.
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Livin in the Shadows (Brandon Meza) [2da. Temporada]
FanfictionTras la noticia de que su enfermedad había vuelto atacar su cuerpo, ____ tiene otros problemas más que enfrentar. Al parecer su muerte no es la mayor preocupación que invade su cabeza, sino la pregunta de cómo hará recordar al amor de su vida el amo...