[[-Matarme, no olvides nunca cuál es tu objetivo principal, Jimin. -le interrumpe sonando realmente cansado, como si le hubiera repetido esa misma frase mil veces.
-No lo he olvidado -contesta Jimin, nota su voz temblar y sabe que miente. Solo esper...
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Créditos a la persona que hizo el dibujo
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La familia Park siempre se encontraban en constantes viajes debido al trabajo de los padres. Jimin creció entre mudanzas y barrios nuevos, caras siempre desconocidas y viviendas que poco le hacían sentir como en casa. Era una rutina de cambios y de irregularidades, cada vez se trataba de un sitio diferente y con vecinos diferente pero el proceso era siempre el mismo.
La familia de Jimin llegaban a cada nueva ciudad como una ráfaga de viento y de la misma forma se iban, desaparecían sin dejar rastro como si nunca hubieran existido. Los pocos vecinos que trataban de mantener el contacto con ellos, fracasaron sin remedio. Se escondían siempre detrás de nombres falsos y de falsas apariencias, aparentando una normalidad de la que nunca gozaron.
Lo que al principio resultó ser una aventura para el pequeño Jimin de 5 años se convirtió en algo que empezó a odiar cuando tuvo que separarse de lo que en esos momentos consideraba su mejor amigo. Empezó a odiar que los otros niños no lo llamaran por su nombre, empezó a odiar ver como los otros niños volvían a sus casa de siempre con sus amigos de siempre en las calles de la ciudad en la que vivirían durante años.
No obstante, mientras que su hermano compensaba esa falta de normalidad con libros y cómics, Jimin encontró a su propio grupo de amigos con los que siempre podía hablar y jugar. Esos amigos no lo juzgaban por tener una familia rara, ni por mudarse cada de dos por tres. Jimin estaba realmente agradecido por tener amigos así.
-¿Con quién estás hablando, pequeño? –le preguntó una vez una mujer mayor que estaba sentada en los bancos de un parque.
Jimin no le gustaba que la otra gente se acercara a sus amigos y a sus amigos tampoco les gustaba que la otra gente los notara, pero la cálida sonrisa que esa mujer le mostró a Jimin hizo que confiara en ella.
-Se llama Youngjae, es mi amigo. –contestó, mientras le daba un codazo a Youngjae para que saludara también a la mujer. El niño que se llamaba Youngjae se limitó a esconderse detrás de Jimin sin decir palabra.
-¿Amigo? Yo no veo a nadie ¿es tu amigo imaginario?
A Jimin le pareció extraña la pregunta que le hizo la mujer mayor y se apartó un poco más para que ella también pudiera conocer a Youngjae, esperó que la herida que Youngjae tenía en la cabeza no le causara demasiada impresión a la pobre mujer ya que la primera vez que Jimin la vio se asustó mucho y no quiso preguntarle cómo se la hizo.
-Está aquí, detrás de mí, solo que es un poco tímido –le dijo. –Vamos Youngjae, dile algo también, no sea maleducado.
Youngjae, como respuesta, se apartó de Jimin y arrancó a correr lejos de ellos. Asustado y confuso se alejó del parque y Jimin lo perdió de vista poco después. El pequeño hijo de los Park decidió que la mañana siguiente le preguntaría por qué se comportaba de esa maner y volvió con la mujer.
