013. Al final, ni él se cree lo que promete

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Ocho abrió empezó a abrir sus ojos lentamente, respirando profundamente, preparándose para lo peor que pudiera encontrar. Cuando sus ojos se abrieron completamente, se dio cuenta de que: estaba en una habitación de hotel; estaba atada a una silla; si se llegaba a mover una descarga eléctrica bastante fuerte iba a recorrerle el cuerpo; Klaus estaba a su lado; parecía estar sedada y tenía un pañuelo en la boca.

—¿En dónde está número Cinco? —Ocho sintió algo de rabia, se supone que Cinco le ayudaría y la protegería.

Habían pasados años desde que Ocho no sentía tanta ira, o sea, Cinco estaba actuando de una manera diferente. El Cinco que Ocho conocía daría lo que fuera por proteger a su familia. Pero el Cinco en el que estaba pensando, solo estaba con un pedazo de plástico, pensando en cómo salvar a su familia, en vez de actuar para lograr salvarlos.

Él le dijo a ella que era de los mejores asesinos, por no decir que era el mejor, así que ¿por qué no mataba a esos imbéciles? Con el apoyo de Ocho podría lograrlo, pero al parecer es mejor actuar al último momento. Ocho se estaba empezando a enojar enserio, pero luego se dio cuenta de que ella estaba de su lado, sin decir algo, sin corregirle sus errores, sin... intentar aconsejarle; era también su culpa.

Por si fuera poco, Hazel y Cha-Cha la empezaron a golpear. Intentando sacarle información sobre Cinco, y a la vez, pensando que con Ocho secuestrada, Cinco aparecía en cuestión de minutos. Pero era una lástima.

Ocho sabía que él prefería a su pedazo de plástico antes que a ella.

—Debes mirarnos cuando te hablamos, abuela —más y más golpes. Más dolor, más sufrimiento, y aún así, Cinco no aparecía. Su rostro se empezó a ver más cansado y sus mejillas se empezaron a humedecer a causa de sus lágrimas. Le dolía todo y no sabía que hacer para salir de esa situación.

Klaus se dio cuenta de que Ocho ya estaba poniéndose mal, así que decidió decir lo que sabía de Cinco, lo cual no era la gran cosa. Más bien, no sabía casi nada de Cinco, y eso ella lo  agradecía. Klaus explicaba todo a medias, y era algo parecido a explicar una ecuación matemática de esta manera: este número y este otro y este tercero, por el segundo y luego por el primero.

Sus secuestradores de fueron, y los hermanos al fin pudieron respirar con un poco más de tranquilidad. Klaus miraba a Ocho con algo de tristeza, sentía que debía darle un abrazo, pero, por obvias razones no podía hacerlo, y eso lo ponía un poco peor. Entonces Ocho empezó a teletransportarse una y otra y otra vez, intentando escapar. Klaus no llevaba la cuenta de cuántas veces ella lo había intentado. Pero sintió una pizca de emoción cuando vió a Ocho tirada en el suelo a unos pocos metros de ahí. Ella lo había logrado. Pero no supo lo que pasó, cuando de la nada ella volvió a teletransportarse, dejándolo solo en aquel cuarto de hotel.

Ocho volvió a caer en el parque que estaba cerca de su casa, y se maldijo a si misma por haberse quedado en el cuarto de hotel con Klaus. Sintió que era la peor hermana del mundo. Pero no sabía la ubicación del hotel, y volver a teletransportarse no era una opción, porque no pudo hacerlo, al igual que no pudo hacerlo en la tiendo con Cinco. Y volvió a maldecirse.

Llegó a la academia, dónde se curó las heridas y comió un poco. Luego pensó en Cinco, aunque él cometiera errores, ella se preocupaba por él. Y justo por eso, se fue a buscarlo. Llegó al hospital donde había ido con Klaus y Cinco, aquel lugar estaba en llamas y parecía que hubiera explotado algo, y su preocupa aumento mucho más.

A Cinco le gustaban las bibliotecas, o al menos eso le dijo una vez, ¿por qué? bueno él le dijo que era por su hermoso silencio. Así que le dio una vuelta al hospital y encontró una biblioteca.

Empezó a buscarlo por ésta, hasta que lo encontró. Estaba en el suelo, con una botella de licor en una mano y a con Dolores en la otra. Definitivamente ya sabía que iba a hacer primero, y no era para darle muestras de su amor.

love hurts | five hargreevesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora