033. ¿Cuándo me saldrá algo bien?

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—Recuerda que todo esto pasó por tu estúpida incompetencia -fue lo último que dijo la pelirroja a Luther antes de dirigirse hacia Cinco—. Nos vemos en el SuperStar, ¡corran!

Dicho esto tomo de la mano a Cinco y se teletransortaron al boliche. Entraron al lugar y Ocho caminó hacia la esquina más solitaria del lugar aun tomando la mano del ojiverde, quien no podía verla a los ojos sin que su estómago se revolviera. La pelirroja se sentó en el suelo y espero a que el chico hiciera lo mismo, cuando él lo hizo la miró a los ojos, ignorando su pómulo que muy curiosamente no se estaba inflamando, solo parecía oscurecerse, al igual que la mirada de la chica. Él no soltó ni una sola palabra sino hasta que vio como una lágrima bajó por el rostro de ella.

—Rae...

—Fue mi culpa —dijo con la voz entrecortada—. Fue todo mi culpa, yo debía analizar mejor todo, ¿acaso no podía esperar a que todos se fueran para dejar salir a Vanya? No, claro que no porque todo lo echo a perder.

La chica puso su rostro entre sus manos y su desesperación se notaba a metros. El chico le levantó el mentón con su dedo índice, le limpio las lágrimas delicadamente, con todo el cuidado con el que no la había tomado alguna vez.

—No fue tu culpa, Rae —le susurró muy cerca de su rostro; ella frunció los labios, lista para decir algo más, pero el ojiverde continuó—. No es estúpido adivinar que fue Luther quién te golpeó, y déjame decirte que... no sé que hacer si se acerca de nuevo a ti.

Ella siguió llorando en silencio, él le siguió secando las lágrimas. La chica temblaba y parecía que se le dificultaba respirar. Cinco la ayudó a levantarse y se sentaron en el sillón más cercano del lugar, él le tomo el rostro entre sus frías manos, que se veían fuertes pero eran delicadas. Sus ojos parecían haber bajado la guardia con ella, fue como si ella notara que toda esa armadura que Cinco siempre cargaba consigo desapareciera. Ahora solo era él, realmente él.

—Vamos a detener esto, cariño —a la pelirroja se le encogió el pecho, él la miraba con una sonrisa pequeña.

Cuando tenían 17 ella tuvo la manía de decirle cariño a todo lo que se le atravesara, incluso cuando se dedicaba palabras en medio del aire muerto. En medio de la ansiedad de un día de agosto, ella decidió embriagarse; era una puesta de sol casi perfecta y ella estaba literalmente en medio de la nada mirando a Cinco con sus ojos perdidos.

—Quisiera que me dijeras cariño, sería tan feliz, lo sabes ¿no? -le había dicho a él mientras frotaba su mano contra su ojo derecho—. Simplemente quisiera que fueras tú... conmigo, con nadie más. Serías libre... conmigo.

Luego de eso se quedó dormida como si fuera una niña pequeña, su cara irradiaba inocencia y paz. Se veía tan frágil, tan pequeña, tan joven. Ahora verla en su estado y con trece años era como un suicidio mental, ¿que le pasó? Sus colores ya no eran vibrantes, se habían vuelto apagados y violentos. Ocho se acomodó mejor y entonces fue ella quien tomó el rostro de él entre sus manos, le dio un dulce beso en la nariz y se secó las lágrimas de forma brusca. Cinco fue a buscarle hielo mientras ella intentaba relajar un poco el dolor de su rostro.

El ojiverde le limpió la sangre de su nariz y le puso hielo en su pómulo, le desenredó el cabello con los dedos y se lo puso tras las orejas. Luego dejó que ella se recostara en su regazo para esperar a sus hermanos, el chico le acariciaba el cabello y ella parecía estar durmiéndose.

—Pogo murió —dijo con los ojos cerrados y frunciendo el ceño. Cinco no soltó una sola palabra—. Si detenemos esto podríamos volver a casa por Dolores, aguantó el apocalipsis, ¿por qué no aguantaría un edificio?

Ella arrastraba las palabras y sonrió levemente.

—Ella no interesa ahora, Rae —fue lo único que dijo para luego darle un beso en la frente, ella sonrió ampliamente, sintiendo que por fin lo había recuperado.

·

ola.

no tengo comentarios, curiosO. pues imagínense que tengo más tareas que ganas de vivir, no sé si esto era lo que esperaban, pidoperdón si no:( quería actualizar hace unos días pero no me alcanzaba el tiempo, pero al fin está aquí.

entre otras noticias el viernes fue mi cumpleaños y ni ese día saque tiempo para escribir esto, que mal ser humano soy.

¿por qué soy así? ahq

espero les haya gustado, si no, pos procederé a hacerme la suicidacion ahreno.

espero tengan una semana magnífica, que les vaya muy bien en todo, ah.

love u.

-mani.

love hurts | five hargreevesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora