Él me sostiene por los muslos, y me besa de nuevo, separa mis piernas un poco de él y con su dedo comienza a masajear en círculos mi clítoris por encima de mis bragas.
Comienza a acelerar el movimiento —Ah.— dejo escapar un gemido en sus labios.
—¿Te gusta, Daniel?— me dice al oido.
—Aah...sí— gimo contra su cuello.
Se baja el bóxer y aparta mis bragas sin quitármelas, mientras me besa, me penetra despacio y comienza a moverse.
—Así, nena.—gruñe contra mi pecho y muevo más mis caderas, él me toma con fuerza penetrándome más profundo.
De pronto recuerdo que no usamos un preservatido.—Ah... Levi— tan agitada que apenas puedo hablar.
—Sí— se mueve más lento, junto con mis muslos en círculos.
—Mmm... el, ah...— digo entre gemidos— el preservativo...
—Tranquila,— toma mi cuello y me mira a los ojos— eso está cubierto— me guiña un ojo y me besa, su lengua juega con la mía, estoy a punto de correrme y al parecer, él también.
—Nena, estoy a punto de correrme— gime acelerando el movimiento, la presión del agua se siente tan bien.
—Levi— gimo su nombre al correrme.
Él lo hace dentro de mí.Nuestros pechos suben y bajan, respiraciones agitadas, jamás había tenido sexo en un lago, se siente tan bien, es fantástico el rose de la piel mojada.
—Ahora tenemos que volver,— me da un ligero beso en los labios— aunque no me gusta mucho esa idea.
—Mis bragas están muy mojadas.— arrugo la naríz y le doy una sonrrisa.
—Al igual que mis bóxers.—me sujeta por la cintura.— Toma aire— antes de reaccionar, nos hunde en el lago, nadando por debajo, nos alejamos de la orrilla.
—Eres linda.— toma mi mano y me atrae hacia él.
—¿Qué tanto?— mis piés no tocan el suelo, es una parte profunda.
—Lo suficiente para llamar mi atención.— sin saber qué responderle, le aviento agua en la cara.
—No bromees.— me río
—No es broma, te tomo en serio.— me sonrríe.
—Bien.— nado de espaldas y me dejo flotar.
Él toma mi espalda junto con mis piernas y me mueve sobre el agua hacia la parte menos profunda.—Ahora debemos volver.— me saca del lago en brazos y me baja fuera.
—Hace frío.— cubro mi pecho desnudo con mis brazos.
—Toma— me pasa mi sujetador—puedes usarla por encima de tu camisa— me extiende su camisa.
Me pongo el sujetador, este no está empapado como mis bragas. Me paso su camisa por el cuello, un brazo y luego el otro, al bajarla, veo que llega a mitad de la pierna, él es muy alto y tiene un cuerpo genial, que a la luz de la luna luce estupendo.
Se viste y me toma de la mano.
—¿Estás lista?—Sí.— hago una mueca— solo que están empapados— le muestro mis zapatos.
—Descuida.— se hinca delante mío de espaldas.— Sube.
Subo a su espalda y se levanta, mis piernas al rededor de su cintura y mis manos en su cuello, pegando mi pecho a su espalda y dejando caer mi cabeza en su hombro.
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Catarsis
Teen Fiction"Esto es más de lo que puedes soportar". Daniel escucha las palabras de Rees que resuenan en su cabeza.