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Nunca hay fin para esta historia, de hecho, nunca hay fin para ninguna historia.
No hay un final triste o nunca un "vivieron felices para siempre".
La historia siempre continua. Tratamos de ponerle un final a cada historia porque creemos que podríamos tener el poder de decidir cuando acaba.
Que idiota es el ser humano.
Le ponemos fin a las historias porque creemos que si seguimos contándola, a las personas les aburriría.
Claro, nadie se aburre de escuchar historias. Como esas historias que cuentan los ancianos de las cosas que hacían, pareciera que sus historias no tienen fin, y a todos les gusta oírlas.
Otro ejemplo... La sagas de los libros o películas; cada vez que alguien saca otro libro u otra película, miles de personas en el mundo están dispuestas a seguir esa historia.
No podemos ponerle fin a las cosas que no llevan esa palabra escrita es su historia.

Sentimientos Abstractos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora