El Lado Dulce de la Química »MinSung«

Capítulo 8

Mi mamá y yo decidimos pasar la noche juntos frente al televisor, últimamente no pasábamos tiempo juntos. De hecho pasamos un rato increíble hasta que sacó el tema de MinHo.

— ¿Estás aprendiendo mucho de tu tutor, JiSung?

Sí aprender significa ser electrocutado y limpiar su desorden.

— Oh, sí, mucho.

— Deberías invitarlo a cenar, me gustaría conocerlo.

— No, mala idea. Él no se asocia con los humanos.

— ¿Estás insinuando que no eres humano? —me miró con complicidad.

— Quiero decir, no creo que sea buena idea.

— ¿Por qué? ¿Te avergüenzas de tu madre? —me sonrió con orgullo.

— Chan me va a avergonzar.

— ¿Chan? Pero si él es muy dulce, y precisamente no tiene que estar con nosotros.

Rodé los ojos— Desde que accediste q cuidarlo no ha metido un pie en su casa —dije con recelo. Chan es mi amigo, vecino y compañero de habitación hace una semana. Mi madre y sus padres con amigos, y ella accedió a cuidarlo durante un mes hasta que sus padres vuelvan de su viaje.

— Igual quiero conocerlo algún día.

∆

Al día siguiente en la escuela, fuí a la guarida como siempre, ya se ha convertido en una rutina para mí, lo hago automáticamente y sin pensarlo.

Entré y allí estaba MinHo leyendo un libro— Hola, Honnie.

— Hola —él no quitó la mirada de su libro.

Bostecé, anoche me quedé despierto hasta tarde. Estoy cansado, tengo hambre y no puedo esperar a que las clases terminen.

Entonces, cómo si un don celestial cayera del cielo. Vi una lata de crema batida justo frente a mí.

MinHo tiene su nariz metida en el libro, agarré la lata de crema y la abrí con cuidado, pero no salió nada, nada más que aire. La agité y aún nada. Después de treinta segundos de aire, empecé a sentirme un poco mareado y a reírme sin control. MinHo cerró su libro y se giró hacia mí, alarmado cuando vió la lata en mi mano.

— Eso es óxido de nitrógeno, ¡JiSung!

Mis risitas se vuelven más fuertes— ¿Q-Qué?

— ¡Gas de la risa imbécil!

— Tú —señalé su cara, mordí mi labio para contener una risa— ¡Eres muy gracioso! —él es divertido y no se por qué, pero no me importa de todos modos. Me duele el estómago de tanto reír y no puedo parar. Sólo abracé mi estómago y caí al suelo.

— Vamos, necesitas sentarte —él tomo mi mano cuando mis risas eran leves y me guió al sofá.

— ¡No sabes cómo divertirte, Min! —quería que él se divirtiera tanto como yo, antes de que pueda soltar más sustancia, MinHo me quitó la latata— No eres divertido.

Después de una breve lucha, los dos perdimos el equilibrio y caímos al sofá. MinHo sobre mí, aún con mi mente nublada noté vagamente que compartimos un beso esquimal. Lo miré con un puchero y me eché a reír contagiando a MinHo.

— Vamos JiSung —él salió de encima mío.

Lo agarré de la mano y lo tiré de nuevo— No... Otra vez... Es divertido.

Me sacó casi a rastras de la habitación. Los pasillos de la escuela están vacíos debido a la hora del almuerzo. Mi mente empezaba a despejarse, aún que de vez en cuando me empiezo a reír.

— ¿Por qué diablo pones eso en una lata de crema?

— He estado investigando cómo hacer que el óxido de nitrógeno influya en... —MinHo continuó con su explicación, pero se detiene una vez que mi cabeza cae en su hombre— ¿Estás bien, JiSung?

— Estoy bien, sólo un poco... —pasé mis brazos alrededor de la cintura de MinHo imaginando que era mi peluche— Ya sabes, cansado.

Él quitó mis brazos— Ven conmigo —gemí y apoyé la cabeza contra la pared.

— ¿No puedo quedarme aquí?

— No —MinHo tiró de mi brazo— ¿Quieres tomar el día libre?

— No puedo saltarme clases.

— No es saltarse clases si le dices a la directora qué pasó.

— No me siento bien MinHo —faltaban tres minutos para entrar a clases, así que me adelanté dejando a MinHo atrás, cuando de repente aparece a mi lado.

— Tú vienes a mi casa.