— No es nada grave —le dije antes de que nos alejáramos de la escuela— La directora es tu madre, ella no va a permitir que lleves a un desconocido a tu casa.
— JiSung mírame —así lo hice—, ¿Me veo como un mal hijo? Necesitas un descanso.
Él me sacó de la escuela y me llevó al estacionamiento donde le dijo al guardia que tenía el permiso de su madre. MinHo me obligó a entrar a su auto, se deslizó en el asiento del conductor y sus ojos tenían un brillo travieso.
Tal vez, por primera vez en mi vida debería rezar.
No sé por cuánto tiempo condujo o cuántas vueltas dió en cada esquina, pero ya estábamos frente a una enorme casa.
Salió del auto y lo rodeó para abrirme la puerta.
La gran casa gris frente a nosotros era increíble. El jardín es hermoso y puedo notar que la madre de MinHo le encanta la jardinería, un camino de piedra conducía a la casa. Los árboles todavía se están recuperando del frío invierno por lo que están creciendo hojas.
— ¿Vienes? —MinHo ya estaba abriendo la puerta. Se apoyó e hizo un gesto para que venga. La entrada tiene un suelo de mármol blanco y negro que me recuerda a un tablero de ajedrez y las paredes son blancas. Él me llevó a la sala y como imaginé también era enorme.
Lo que más me llamó la atención fue el sofá —debe ser por mi cansancio— es de color azul y almohadas negras. La TV era pantalla plana con parlantes en una mesa a su lado.
— ¡Eso es increíble! —dije finalmente. Sé que es raro mirar boquiabierto una casa, pero no estoy acostumbrado a esto. A pesar de que la casa es hermosa, hay algo, tal vez el ambiente; se siente muy frío.
MinHo se encogió de hombros mirando a su alrededor— Si tú lo dices, ¿Nunca has visto una sala de estar? —me siento como un chico de pueblo— Eres un ser extraño JiSung, pequeño y extraño —se burló— Siéntete como en casa, vuelvo en un minuto.
MinHo subió las escaleras dejándome solo. Quiero explorar la casa, pero no creo que eso haya querido decir con: Siéntete como en casa así que me senté en el sofá. Es muy cómodo, me quité los zapatos para subir mis piernas y apoyar mi cabeza en la almohada.
Parpadeé un par de veces al despertarme, debí haber estado dormido aproximadamente una media hora. Es lo que se siente, de todos modos, no fue suficiente aunque el tiempo parece volar cuando uno duerme.
Me senté y me detuve notando dos humeantes tazas de té junto a galletas de chocolate— Oh, estás despierto —miré hacia arriba, MinHo estaba allí... Sin su bata de laboratorio.
Él lucia tan bien sin ella, tan lindo.
— Whoa —dije en voz baja.
— ¿Qué?
— Yo sólo... Me acostumbre a verte con tu bata, me sorprende... Quiero decir, te ves diferente, eso es todo.
— Bien —asintió— Me la puedo ir a poner de nuevo si te hace sentir incómodo —bromeó.
— Es tu casa, no me importa.
— Yo pensaba dejarte dormir un poco más antes de empezar -cambió de tema.
¿Empezar?
— ¿Empezar qué?
MinHo sacó unos libros— A estudiar —hizo una pausa—, ¿Qué? ¿Pensaste que te iba a dejar descansar?
— Pero este no es el momento para estudiar.
— Ese no es mi problema. Yo soy tu tutor, sólo cumplo con mis obligaciones —MinHo ordenaba sus libros dejándolos en su regazo. Obviamente, todos eran sobre química.
— ¿Qué paso con que iba a descansar?
— Tomaste una hora de descanso.
— ¿Y nuestro trato de solo observar?
— Sigue, en efecto, pero ahora no estamos en la escuela —él me miró por encima de sus gafas y sonrió— Creo que con esto me gustas más que antes.
Dejé de tocar el violín en mi mente, ¿Acaba de decir lo que pienso que dijo?
MinHo se acercó y pasó páginas del libro— Vamos a empezar aquí —susurró cerca de mi oído—, Método Científico.
- No soy tan tonto -murmuré.
- Nunca dije que lo eras -él me leyó algunas cosas, le pregunté acerca de cosas que no entendía, muchas cosas. Él me hacía ver la química con más diversión. Después de dos tazas de té y galletas, ya se hizo la hora de volver a casa.
— Gracias por esto —dije torpemente, MinHo me acompaño hasta la puerta.
— Sólo estoy haciendo lo que prometí —respondió, miré hacia abajo con cierta decepción—, pero me alegro que aprecies mi ayuda.
Contuve una sonrisa— Sí, bueno, no te acostumbres.
MinHo abrió la puerta y allí se encontraba su madre— Hola —ella sonrió.
— Directora Lee —me aclaré la garganta con nerviosismo.
— Oh, JiSung, no estamos en la escuela puedes decirme SungYeon.
Me sorprendió el hecho de que ella conociera mi nombre. No es que yo fuera seguido a la oficina; he ido solo dos veces.
Todos nos quedamos en silencio, le eché un vistazo a MinHo rogándole que dijera algo. Él pareció captar mi lenguaje no verbal.
— Mamá, JiSung ya se va —él me empujó hacia afuera.
— ¿En serio? ¿No quieres quedarte a cenar?
— Él no puede —interrumpió MinHo—, pero estoy seguro que en otra ocasión, ¿Cierto, JiSung?
Tengo el suficiente autocontrol para no golpearlo delante de su madre— Me encantaría —forcé una sonrisa.
— Maravilloso —dijo su madre completamente ajena a la conversación en silencio entre MinHo y yo.
— Un placer verla —ella sonrió— Te veré mañana, Min.
Cerraron la puerta detrás de mí, sólo tengo que ver cómo volver a casa. Ahora simplemente quiero descansar adecuadamente y darle un merecido descanso a mi cerebro.
ESTÁS LEYENDO
El Lado Dulce de la Química »MinSung«
FanficCuando Han JiSung descubre que está reprobando química decide hacer algo. Él le pide ayuda a Lee MinHo. El chico que va por toda la escuela con una bata blanca. Es solo un sarcástico antisocial, que sorprendentemente tiene un lado suave. Aún que...