Capítulo 19

8.3K 1K 1.1K
                                    

Hay muy pocas razones por la cual me desperté temprano un domingo.

Uno: Ayer por la noche MinHo me envió un mensaje diciéndome que estuviera listo para una cita al mediodía.

Qué manera más encantadora de pedirme una cita, de todos modos, estoy despierto hace dos horas buscando algo decente que ponerme.

Sé que es tonto considerando que MinHo me ha visto en pijama de ositos. Eso es lo peor, entonces me di cuenta que ni siquiera sé a dónde vamos o qué vamos a hacer. Así que le envié un mensaje para averiguarlo.

Oye, ¿A dónde vamos?

No paso mucho tiempo para que mi teléfono sonara con una respuesta.

Einstein pero lindo:

Buenos días Skitt.

Antes que pudiese responder mi teléfono volvió a sonar.

Einstein pero lindo:

Secreto.

Fruncí el ceño y decidí llamarlo.

...

...

— Sé que estás allí estúpido.

— ¿Hola? —la voz de MinHo sonaba áspera y profunda como si acaba de despertar.

— ¿Te desperté?

— No voy a decirte donde vamos JiSung.

— Vamos, Honnie, por favoor —extendí mis palabras—, ¡No sé qué ponerme!

— Siempre puedes usar pijamas adorables.

— No se lo contarás a nadie, ¿Verdad?

— No mientras viva, ahora tengo medía hora antes que mi alarma suene. Adiós, Sung.

— No, Min... —me quedé mirando mi teléfono—. ¡Me colgó!

¡Lo odio!

Después de un tiempo finalmente encontré un buen atuendo para mi primera cita con MinHo.

Fui a la cocina para comer algo mientras esperaba, pero para mi horror estaba Chan comiendo mi comida.

— Sung, ¿Quieres? —señaló un sándwich.

— Uh, no, gracias —respondí mordiéndome el labio con nerviosismo. Mamá se había ido de compras y me aseguré de dejar la puerta con llave cuando se fue—. Voy a salir...

— Oh, ¿Con HyunJin?

— No, con MinHo —Chan se congeló con el desayuno aún en su boca, esperé que armara un escándalo, pero se encogió de hombros.

— Bien, mientras no intente nada. Quiero decir, no es que él te vaya a besar o lo haya hecho —Chan se rió como si fuera la cosa más ridícula que podría imaginar. Tomé un repentino interés por mis zapatos evitando el contacto visual. Cuando terminó de reír me atreví a levantar la visa—. ¡Voy a matarlo!

Aquí vamos...

— Pensé que te agradaba.

— Ajá, hasta que te besó. Ya no tengo hambre.

— ¿No crees que estás siendo demasiado dramático?

— ¡Por supuesto que no! Debería haberlo sabido, el idiota sólo quería tu inocencia.

— ¿Qué inocencia?

— ¡No! Quiero decir... Mierda él te quito la inocencia —me tomó los hombros—. Sung escúchame, MinHo es un cerdo, una escoria. Él es... —sus palabras fueron cortadas por un golpe en la puerta principal—. Hablando de cerdos —Chan se quejó y caminó hacia la puerta para saludar a nuestro invitado.

El Lado Dulce de la Química »MinSung«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora