VII

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A veces los días no son como esperábamos, hoy Marinette había escuchado a Adrien hablar sobre algo que nunca había mencionado en sus cartas, algo que la hizo sumergirse en un torbellino de emociones, la mayoría desalentadoras.

Marinette llego a clases temprano, ilusionada con ver al muchacho del que se estaba tan enamorada, la fiesta a excepción de esa pequeña confusión con los bocadillos había sido excelente, pero luego de esta no había podido ver a Adrien todo el fin de semana lo que le pareció una espera torturante. ¡Pero al fin llegó el lunes! Se puede llegar a amar un día tan molesto como el lunes, si este te permite ver de nuevo al ser amado, Marinette se sentó detrás de Adrien como siempre habían hecho desde que lo conocía.

Sin querer esa mañana escucho una conversación que no querría haber escuchado. Adrien hablaba de su novia... ¿Espera que? ¿Qué novia si él nunca le había contado que tenía una novia?

Aparentemente Adrien tuvo una novia en New York pero la tuvo que dejar al volver a Francia. En todas sus cartas nunca menciono una sola palabra sobre esa chica...

Marinette estuvo cabizbaja todo el día, incluso cuando tuvieron que hacer un proyecto grupal ella apenas levanto la cabeza, cada grupo se conformaría de cuatro personas, la profesora eligió los grupos y Marinette sintió que la vida le regresaba al cuerpo cuando escucho con quienes le tocarían...

Adrian, Nathaniel y Chloé, en otro tiempo habría detestado la idea de pasar tiempo con Chloé pero ahora lejos de molestarle hasta le agrado... ¡Adrien! También estaría con Adrien, podía perdonarle que no le hubiera escrito nada sobre su novia... después de todo el chico tampoco sabía con quién estaba hablando, definitivamente lo recuperaría, esas cartas habían hecho un fuerte vínculo entre ellos y ella estaba ahora más enamorada de él de lo que estuvo cuando el chico se marchó.

Pero aunque su buen humor había regresado, más de una vez durante ese día regresaba el pensamiento de la novia de Adrien, ¿Qué clase de chica seria? ¿Sería más bonita que ella? ¿Y si aún la amaba? ¿Por qué no le había contado nada? ¿Y si esa conexión que creía que tenían era una simple ilusión? Esas preguntas llenaban la cabeza de Marinette mientras ella intentaba concentrarse en estudiar... Adrien... Adrien, ¿Cuántas veces había soñado con él? ¿Cuántas veces no se permitió pensar en nadie que no fuera él? Recordaba cuando termino de una vez por todas con Luka segura de lo que sentía por Adrien, cuando eligió una relación por correspondencia a una en carne y hueso solo porque tenía que serle fiel... y él se había conseguido novia ¡Era injusto! Ella le había esperado su regreso con tanta ilusión.

Ese día cuando sonó la campana del fin de jornada y todos los alumnos comenzaron a abandonar el aula, los cuatro miembros del grupo se reunieron, Adrien amablemente ofreció su casa hacer el trabajo. Marinette lo miraba con determinación, con ira y a la vez con amor, estaba enamorada aun si le molestara era incapaz de no perdonarle que le hubiera ocultado que tenía novia... ella tendría que cambiar de estrategia. La reunión quedo prevista para el sábado por la tarde.

Esa noche Ladybug patrullo la ciudad como siempre, aún no se había encontrado con Queen Bee y Viperion pero estos debían ya estar haciendo guardia.

Sigiloso como el gato que personifica, Cat Noir se acercó a ella y le toco el hombro haciéndola saltar de la sorpresa. Cuando ella supero el susto, se alegró mucho de verlo y ahora que él le había asegurado que la tenía superada, Ladybug sentía que no le haría daño preguntándole disimuladamente algunos consejos sobre Adrien... ¿Cómo podría saber Cat Noir algo sobre Adrien? La respuesta era una sospecha casi certeza que tenía Ladybug.

Ella estaba segura de saber la identidad de Cat Noir, no era tonta, era muy extraño que Cat Noir y Adrien se marcharan al extranjero al mismo tiempo y que regresaran también al mismo tiempo.

Definitivamente la identidad secreta de Cat Noir era Félix Agreste. Ladybug no tenía dudas al respecto, tantas veces Adrien le había hablado de su hermano... tantas veces le había descrito la personalidad alegre de este en cuanto Gabriel se alejaba de ellos, muchas veces le había descrito ciertas bromas que hacía, algunas veces se las escribía tal cual, eran reconocibles aunque cambiaran un poco porque en ese tiempo Félix las hacía en inglés, pero sin duda eran las características bromas de su compañero de batalla.

- Cat Noir – dijo Ladybug cuando terminaron el patrullaje y se sentaron a descansar sobre un techo, ya se habían encontrado con los otros dos héroes pero estos se marcharon hace unos minutos -. ¿Tienes hermanos?

- Si ¿Lo preguntas por algo en específico? – pregunto curioso Cat Noir.

- Solo por simple curiosidad – dijo la heroína -. Yo soy hija única ¿Qué se siente tener un hermano?

- Tus preguntas son un poco extrañas my Lady ¿En que estabas pensado para preguntarlo?

- Solo curiosidad, tengo una amiga que tiene tres hermanas – dijo Ladybug, intentando guiar el tema hacia Adrien -. Y hoy se pelearon ¿Tú te llevas bien con tu hermano?

- ¿Y si tengo una hermana?

- ¿Entonces te llevas bien con tu hermana? – pregunto Ladybug disimulando su sorpresa ¿Y si se había equivocado y Félix Agreste no era Cat Noir?

- Era broma mi Lady – dijo Cat Noir sonriendo -. Tengo un hermano, supongo que me llevo muy bien con él, siempre es tan serio he inexpresivo.

- ¿Serio? – dijo Marinette frunciendo el ceño ¿Sera que Adrien es algo reservado cuando está en su casa? -. Me cuesta imaginarlo, como tú siempre eres tan alegre.

- Que seamos hermanos no significa que nos parecemos.

- ¿Hay alguna cosa en especial en que no se parezcan en lo absoluto?

- ¿Aparte del temperamento? Muchas cosas somos polos opuestos la mayoría de veces.

Confidencias por cartaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora